...Un mes había pasado, un mes en el que nunca me llamo, ni me mandó un mensaje o algo que me hiciera pensar que aún se acordaba de mí, yo tampoco lo hice. Me sentía apagada, sin ánimos, mis amigas me contaban lo felices que eran con sus parejas, visitaba a menudo a Fiorella involucrándome en el negocio.A unos días de terminar el curso, llegué a casa temprano y vi a mi padre pensativo, su ánimo era igual que él mío.-¿En qué piensas padre?-En lo afortunado que soy y en lo feliz que me hace verlos crecer.-¿Esta sentimental mi papi? – lo abrazarme porque necesitaba un abrazo tanto como yo– todo estará bien.-¿De verdad quieres ir a Londres a estudiar? Aquí también hay muy buenas universidades.Opte por ir a Londres a estudiar, estando aquí no iba a sanar, necesitaba ir a conocer más personas, nuevas cosas, nuevos aires.-Lo se padre, pero es Oxford, además ahí está la familia de Gregory, te queda cerca que atravesar un océano, vendré constantemente.-Es verdad mi amor, no debo ser
AlessiaMatt condujo rumbo al aeropuerto algo que no cuestioné, lo que había pasado en mi cumpleaños me recordó lo que sucedió en mi cumpleaños diecinueve, el peor de todos, de él aprendí que nunca debes dar por sentado algo, fue el trago más amargo que tuve que pasar, jamás me habían tratado de esa forma.Sacudo mis pensamientos, he hecho mucho esfuerzo de olvidar lo sucedido para que vuelvan a mí en este momento, aunque realmente algo así no se olvida, lo que importa es ahora, el presente y con quien quizás me pueda dar una oportunidad, ¿Qué nos depara el futuro? No lo sé, disfrutar eso es lo que se debe hacer, para que lamentarse lo que pudiera ser o no ser, Levy Rizzo fue una ilusión, un anhelo que yo misma lleve al cielo del cual caí de golpe.-¿Por qué estamos en el aeropuerto?-Sorpresa.-¿Me vas a dar un jet? – me comencé a reír.-Claro que lo tendrás, pero por el momento tu regalo no es eso hermosa.-Ya en serio ¿por qué estamos aquí?Sale del auto, le da la vuelta y me abre
Levy RizzoMe lleva el demonio, estaba furioso, se había ido con ese… imbécil ¿no decía amarme? ¡ha! Pero que estoy pensando debería de estar concentrado en como recuperar lo que es mío, ya le di demasiado tiempo y espacio, no dejaré que esa mosca molesta la siga rondando, lo aplastaré como le he hecho con todos los que han puesto los ojos en ella.No podía dormir y menos quería estar en la cama, me desesperaba el pensar ¿Qué estaban haciendo? ¿A dónde se la había llevado? Valentino accedió a dejarla ir eso me da a entender que ya lo conoce de tiempo atrás. Me levanté para ir a tomar una ducha el agua helada y pensar con la cabeza fría, vienen a mí los recuerdos de hace cinco años, cuando la desflore, tan tímida, su cuerpo menudo, piel suave, labios dulces y carnosos que aún muero por comérmelos, en el baño del restaurante no puede aguantar más, tenía que volver a besarla.¡Maldita sea! - golpeo la pared - hay tanto que ha pasado desde ese día, tenía diecinueve y yo veintidós. No éram
ALESSIA Después de instalarnos en la habitación y descansar, me despierta con sus besos que recorren mi cuello, mantengo cerrado los ojos para disfrutarlo, deslizo mis manos por su ancha espalda.-Hola, despierta necesitas comer preciosa.Gimo sin ganas de abrir los ojos – dame cinco minutos.Se ríe – vamos, ya pedí el desayuno, tenemos mucho por hacer, podemos salir a recorrer la playa y conocer el lugar o prefieres que nos quedemos en la habitación, por mí no hay problema estoy para complacerte, es para ti este viaje. Es tu regalo.-En cinco minutos estoy lista – le digo entre risas ya que me hace costillas su barba.Salimos a la playa, el lugar es hermoso, cálido a diferencia del frió de Londres, siempre había querido venir con mi familia o con mis amigas.Me llevó a un restaurante con vista al mar, después de una larga caminata curioseando por los locales la sensación de libertad es única.-¿Qué te parece?-Hermoso definitivamente.-Me alegra que te guste, es para que lo disfrute
AlessiaDespierto con los ojos vendados y las manos atadas recostada en una superficie blanda, trato de no moverme para escuchar, mantener la respiración rítmica a modo que crean que sigo dormida, se escuchan pasos y el crujir de la madera, eso me da indicio de que estamos en una cabaña por lo tanto en medio de la nada.-Sigue dormida - no reconozco la voz pero si el acento, es italiano el único enemigo que tenemos son los Moratti a menos que sean contratados.-¿Qué tanta de dosis le diste? Creo que se te excediste - este otro no es italiano.-Lo necesario para cinco horas - cinco horas, entonces ya es de madrugada o a punto de amanecer.-¿Cómo sigue Dante del golpe?-Esta con la bolsa de hielo en las bolas- le hubiera dado más duro, malditos cerdos.-Déjala dormir, el jefe no tardará en llegar. -Desde luego - pasa sus manos por mis piernas.-Cálmate, no puedes tocarla.-Que mierda, esa mujer es el infierno ¿crees que estarla vigilando todo este tiempo y verla como se la comía el imb
LEVY RIZZO¡Maldita sea! Esto era una declaración de guerra, la alianza entre los tres grupos está clara, si atacaban a uno los dos más le darían la espalda, prácticamente era un suicidio. Los Moratti no tenían limite, siempre han querido acaparar el mercado de las armas, drogas y fármacos, cada uno tenía su negocio definido eso nos mantenía en la línea.Lo último que sabía era que estaban en el tráfico de esclavas y damas de compañía en el inframundo del coliseo, se ofertaban mujeres de todo el mundo. Los Bianchi están en contra de ese tipo de negocio, mi madre nos cortaría las bolas si se enterara de que ponemos interés en ello, además es algo que llama mucho la atención de la policía, sobre todo por que muchas familias buscan a sus mujeres y eso causa ruido en la prensa.Se gana mucho dinero, vender mujeres a acaudalados hombres del inframundo era la manera más fácil de obtener ganancias exorbitantes, sobre todo mujeres de buena familia, hijas de capos o políticos y sobre todo vírg
AlessiaLa noche había llegado, no encontraba la forma de salir de aquí, la ventana estaba sellada con barrotes y el líder me venía a ver cada media hora, como lo está haciendo en este preciso momento.-Oye necesito ir al baño.-Te deje una bacinica.-Estás loco si crees que voy a ocupar eso.-La principesca Bianchi no está acostumbrada a la pobreza – me lo dice de manera de burla.-Aunque lo digas de burla, no lo hago y necesito un baño es por higiene imbécil.-Está bien, pero nada de trucos Picola.¿Picola? Porque eso me suenaMe lleva por un pasillo esta es una villa de dos plantas, se escucha el mar por lo que debemos estar en la costa, abre la puerta revisando el lugar antes de dejarme entrar.– Entra cinco minutos.-Ni lo sueñes, cinco minutos serán para ti, pero una dama no ocupa cinco minutos.-Cuatro.Entro y cierro la puerta – ¡Diez! - le grito desde dentro.-No me colmes la paciencia Alessia.- ¡Lo mismo digo!-Si no sales en cinco te saco.Al terminar mis necesidades veo
AlessiaMi adrenalina esta al cien, que no hay dolor solo sé que debo correr o ellos me alcanzaran, piensa Alessia piensa me digo mientras corro entre la maleza.Las hojas crujen a lo lejos señal que vienen tras de mí, no veo salida o alguna carretera, de algo deben servirme los kilómetros maratónicos que corro con Basilio cada mañana.Comienzo a sentir el aire y el aroma del mar, estoy cerca – corre – me digo a mí misma dándome ánimos – ¡Ahí va! – demonios acelero el paso, el respirar se me estaba haciendo difícil la presión de mis costillas dificultaban mi respiración, lo más probable es que tuviera una costilla rota.El ruido del agua se hacía más fuerte alguna cascada debería de estar cerca esa podía ser una opción a menos que no sea un acantilado que termine en el mar y sobre rocas, ese sería mi suicidio, estaba oscureciendo podía ser un punto a mi favor, pero había un detalle, le tengo miedo a la oscuridad un refugio no me vendría mal.Me detuve un instante para respirar y obser