—Pareces muy contento hoy— le dijo su hermano mientras lo observaba con el entrecejo fruncido, para él era evidente que Liam se traía algo entre manos, si bien era cierto que por lo general tenía muy buen humor siempre, aquella mañana le resultaba particularmente feliz, era como si no pudiese ocultar que algo estaba sucediendo.
—¿Acaso es un pecado o un crimen estar feliz?— le preguntó de manera evasiva pero con una enorme sonrisa dibujada en su rostro. —Por supuesto que no, a ver, algo está pasando y aparentemente es bueno así que supongo que no debo preocuparme, ¿se trata del negocio que estás emprendiendo o es acaso que tu nuevo departamento te causa tanta alegría? — Es cierto que estoy feliz con mi nuevo espacio hermano y te agradezco mucho todo el apoyo que me estás dando y me has dado desde que llegué a esta ciudad. Es evidente que si no fuese por ti y por Rita nada de esto sería posible, también estoy feliz con el negocio que estoy emprendiendo, sé que es algo pequeño pero no pierdo la fe de que en un futuro todo siga fluyendo cada vez de mejor manera y pueda tener un mejor espacio. —Yo también lo espero hermano, es lo mínimo que te mereces después de todo el esfuerzo que has estado realizando. Si bien es cierto que Rita y yo te hemos tendido la mano un poco, eso no desmerita para nada el enorme esfuerzo que estás haciendo y todo lo estás logrando por ti mismo, yo estoy realmente orgulloso de ti Liam y del hombre en el que te has convertido— su hermano le sonrío con satisfacción hacer sentir orgulloso a su hermano mayor era como si su mismísimo padre lo estuviese halagando—sin embargo no puedo evitar dejar de sospechar que ocurre algo más. — Te juro que te contaría pero, no quiero que arruines mi buen humor con reclamos y advertencias innecesarias. —¡Oh vamos Liam!, ¿en qué rayos te has metido? —En nada, nada malo— Le sonrío ampliamente— al menos eso es lo que yo espero. —¿Esto tiene que ver con Connie?— le preguntó observando fijamente el brillo de sus ojos. —Tiene que ver con ella— admitió. —¡Rayos Liam, no me compliques la vida por favor! —No digas tontería no soy ningún puberto del cual debas estar pendiente, soy un hombre adulto hecho y derecho. ¿Por qué tendría que complicarte la vida? —¿Por qué tendrías que complicarme la vida?— le preguntó de manera irónica—¿ quizás porque Connie y Rita son amigas, como hermanas?, ¿ será porque Rita es mi esposa o, tal vez porque Connie y Adam tienen historia?, ¿será por qué ambos son mis amigos? —No puedes decirme que estás del lado de Adam, soy tu hermano y entiendo perfectamente que Adam también es como si lo fuese, que son mejores amigos desde hace mucho, también ha sido una especie de amigo para mí, sin embargo yo soy tu hermano, tu sangre, es evidente que si debes tomar partido deberías estar de mi lado. —No se trata de tomar partidos o no Liam, se trata de mantener la paz, hay muchas mujeres en el mundo. ¿Por qué Connie?, entiéndelo te estás metiendo en algo muy delicado, Connie y Adam, se aman, te lo advertí. —¿Y eso qué?, no tiene sentido que me lo hayas advertido lo entiendo perfectamente, pero te repito no soy un niño del cual te vas a estar pendiente cuidando sus emociones. Sé que hay algo entre ellos, Pero se que todo va muy mal y que ella necesita de alguien, Connie me gusta y no voy a privarme de vivir sencillamente porque quieras evitarte un problema con tu amigo, es más, ni siquiera tienes por qué haberte involucrado soy un adulto y si debo enfrentar consecuencias lo haré. —¡Con un demonio Liam!, me alegraría decir que eso es cierto sin embargo sé perfectamente que tendré que recoger los pedazos que queden de ti cuando Connie y Adam solucionen sus dificultades y tú quedes siendo el mal tercio de esa relación. —Si no fueses mi hermano te golpearía en este mismo instante, no solo por ser tan cruel y despiadado en tus palabras sino por menospreciarme al pensar que no soy capaz de ganarme el amor de Connie. —Es que esto no se trata de ti Liam, esa mujer está enamorada de Adam, entiéndelo. ¿Es que acaso no me escuchas? —Lo hago, siempre lo he hecho sin embargo te repetiré lo que te dije; no voy a limitarme de vivir lo que siento por ella solo porque tienes un conflicto moral entre tu hermano y tus amigos.— dijo ya un poco enojado— esto no debería de tratarse de lealtades vividas divididas, Connie también es una adulta que puede decidir estar conmigo o con alguien más si así lo desea, sé que tiene historia con Addam, sin embargo eso no quiere decir que tenga que estar unida a él eternamente y para siempre. —¡Te romperá el corazón, hazme caso!— le pidió con frustración. —Si llega a suceder eso espero que estés allí con una buena botella porque seguramente voy a necesitarla, pero por el contrario si logro ganarme el amor de esa alocada rubia, espero que estés igualmente feliz por mí y dispuesto a brindar por mi felicidad, aunque eso signifique la desdicha de Adám. —¡Carajo, esto va a terminar mal!, No seas ridículo Liam, ¿piensas medirte con él como dos machos alfas? —Por supuesto que no, esto no se trata de luchar o competir, a fin de cuenta es Connie quién tiene la última palabra, es obvio que ellos están atravesando por un mal momento y que Connie necesita alguien en quien apoyarse. —Así que piensas conformarte con ser su paño de lágrimas. —lo miró frunciendo el entrecejo. —¡Con un demonio, ¿de parte de quién estás?¡, No recordaba que fueses tan negativo y pesimista, mucho menos que dirigieras las malas vibras hacia mí. ¡Parece que fuese mi enemigo! —¡Estoy intentando protegerte! —Déjame manejar esto a mi y solucionarlo a mi manera. Te amo hermano, pero estás emocionalmente comprometido con todas las partes, es mejor que te mantengas a distancia. —Por amor a Dios Liam esto no terminará bien, no importa si lo haces a mi manera o a la tuya, siempre y cuando estés cerca de la rubia ésto terminará mal para ti. —Deja de augurarme malos deseos y mal futuro, anoche he salido con Connie y la hemos pasado increíble— Hugh, lo miró con el entrecejo fruncido. ¿ Qué significaban exactamente aquellas palabras de su hermano?, no tenía dudas que para Connie estar con Liam sería refrescante y maravilloso, Liam le ofrecería sin duda un amor diferente a las pasiones tormentosas que estaba viviendo junto a Adam. Sin embargo, sabía cuánto la amaba a Adam y lo mucho que estaba sufriendo, así que para él era sumamente difícil apoyar a su hermano en aquella conquista. —Perdóname si estoy siendo pesimista, perdóname si crees que deseo mal para ti o si crees que estoy del lado de Adam y te estoy dando la espalda a ti. Es que sé de primera mano cuánto cariño hay entre ellos y no quiero verte mal Liam, me rompería el corazón verte destrozado por la rubia. —Tenme algo de fe— le dijo mientras le palmeaba el hombro— si las cosas salen bien para mí, esa rubia será tu cuñada y la mujer por la cual pierda la cabeza, si las cosas salen mal para mí, créeme que siempre he sido un digno perdedor. Esta vida está llena de batallas y yo he aprendido a ganar y a perder, que es muy probable que a fin de cuentas pierda, pero no me voy a privar de vivir la experiencia y disfrutar a plenitud el proceso.Connie se encontraba en su habitación no podía dejar de mirar la pantalla de su celular, había recibido dos llamadas de Liam, sin embargo no se había atrevido a atender ninguna, no sabía exactamente qué hacer con él o qué decirle, pero era obvio que no podía seguirle dando largas al asunto, así como les habían dicho sus amigas, tendría que hablar con él. Así que sintiéndose decidida buscó entre sus contactos el número de Liam y marcó, a la espera de escuchar su voz al otro lado del artefacto. —Hola, guapa— le respondió Liam con cariño— he estado tratando comunicarme contigo todo el día. —Lo sé y te ofrezco una disculpa, anoche estuve con la morena y la pelirroja, en nuestra noche de chicas y hoy he tenido el día bastante ocupado.— mintió. —Lo supuse cuando no atendiste mi llamada, pero no te preocupes. Cuéntame, ¿está todo bien? —Sí— le dijo un poco nervioso— está todo bien o al menos una parte de mi vida está bien, aunque todavía no sé cuál— le dijo con amarga ironía—
Decidió llamar a la pelirroja necesitaba alguien que la convenciera de que estaba haciendo lo mejor al mantenerse alejada de Adam. Tras el segundo repique se escuchó la alegre voz de la pelirroja que quién después de haberle abierto las puertas de su vida al amor verdadero se encontraba más feliz y relajada quizás se sentía mal al admitir aquello, pero en el fondo sentía un poco de envidia por la pelirroja, pero no una envidia mal sana de esas que te obligan a hacer cosas malas en contra de la persona por la que lo sientes, su envidia nacía de la necesidad de que Adam al igual que Sebastián se animara a tomar acciones y hacer algo para no perderla sin embargo, con cada día que pasaba Adam estaba más distante lo cual le hacía entender a Connie que realmente no estaba dispuesto a hacer algo por no perderla y tal como había dicho la pelirroja Adam carecía de ese valor que había tenido Sebàstian. Rita constantemente argumentaba a favor de su amigo; que tenía un turbio pasado, que Ada
Adam, estaba sentado en aquello cómoda silla de la sala de espera, había tenido que quitarse la corbata y la chaqueta, pues sentía tantos nervios que no soportaba sentirse sofocado por el traje. ¿Acaso debía ponerse de pie y marcharse? Se sentía demasiado nervioso, había prometido asistir, pero ahora que se encontraba allí, los nervios estaban haciendo mella en su decisión. —Señor Withe. —¿Si?— se giró hacia la mujer que le hablaba. —Es su turno, adelante— Adam tragó saliva y asintió para luego ponerse de pie y caminar. Entrar allí le generó extrañas sensaciones, el lugar era cálido, como si buscara dar comodidad a quien le visitaba. —Adelante señor Withe, tome asiento dónde usted lo desee. — Adam no entendió bien aquello, aunque una rápida barrida al lugar le indico varios lugares donde podía estar cómodo, pero siguiendo su impulso, tomó asiento frente al escritorio, el hombre sonrió— bienvenido, es un gusto recibirlo. —Gracias. —El señor Bentzell me habló mucho
—¿Tiene que ver con tu salida con Liam?— preguntó Rita— Hugh me dijo que Liam estaba feliz porque habías aceptado ir de fiesta con él, aunque él no ama mucho las fiestas quería invitarte a algo que fuese muy tú, creo que realmente le gustas mucho. —Si...estuvimos en una fiesta, y si, tiene que ver con Liam. — dijo perturbada. —¿Qué sucedió?— la pelirroja se mostraba bastante angustiada, ante la turbación en la mirada de Connie. —No sé cómo comportarme con él— declaró — no sé que hacer. —¿A qué te refieres, rubia?— preguntó Rita. —¡Carajo, me acosté con Liam! Rita y Gilliam, se quedaron frías, por una instante observaron a la rubia en silencio, aquello realmente las había sorprendido, luego se miraron entre ellas... —Connie...—inició Gil— ¿Acaso has dicho, lo que creemos que dijiste? —Me acosté con Liam—repitió y suspiró— realmente no diré que no sé cómo sucedió, sé perfectamente cómo ocurrió, pero me temo que ha sido un error. ¡Sólo intento olvidarme de Adam a co