‹‹Yes, my lord››—es lo que escucho decir al mayordomo de la casa Phantomhive, estoy fascinada con este anime de fantasía oscura Kuroshitsuji o Black Butler.
Aunque he tenido pesadillas con que él, se lleva mi alma en vez de la de Ciel Phantomhive.
Estoy tan fascinada, que no me doy cuenta que me he acabado una bolsa de palomitas completa llena de mantequilla y para ser sincera, había olvidado lo bueno que se siente comer sin preocupaciones y tener así de llena la barriga.
04 Julio 2019
Querido Sebastián, quiero seguir con mi charla porque estoy de muy buen humor después de ver el final de Kuroshitsuji y de quedarme con la curiosidad de como Sebastián que irónicamente así se llama el mayordomo del infierno, se lleva el alma del chico que con todo gusto la cedió.
Aunque necesito ver las posibles 6 ovas que según leí están por ahí y aun no las he buscado. Y las dos temporadas que descubrí que existen, luego te cuento que tal están.
Después de que mi jefe se fuese de viaje el viernes por la tarde del día 11de enero, los “machos” nos fuimos a tomar y entretenernos.
Con mucho más cuidado que el viernes anterior, todos nos divertimos en los bolos.
No sabía que podía jugar eso tan complicado, al menos después de diez intentos, logré al menos derribar la mitad de esos pinos del infierno.
La sorpresa que me esperaba en ese lugar fue muy grande.
—¿Cómo vas con tu pretendiente?—preguntó el señor Samuel, cuando me senté a su lado después de derribar algunos pinos, ninguna chuza hasta el momento.
Tomo mi lata de cerveza y niego, no quiero ir por donde sea que vaya esta conversación, sus palabras son muy directas, lo sé por qué lo conozco desde que llegó a Fontaine, su reputación es muy grande desde que estaba en la sucursal donde fue enviada Valeria.
—Solo diré que no es mi pretendiente, solo nos llevamos bien, nada más—vuelvo a sorber de mi cerveza.
—Y eso ¿él lo sabe?
—Por supuesto, es de esos hombres que no están a mi alcance.
—¿Y qué tipo de hombres son esos?—me mira con curiosidad.
—Por favor señor Samuel, solo míreme y lo sabrá.
Entrecerró los ojos y se acercó a mi—Benson, ¿quieres saber lo que yo veo? —Niego porque no quiero salir masacrada—¿Por qué no?
—¿Sammy?—Esa voz que escuché de inmediato la reconocí—¡ey! Hola que sorpresa encontrarte aquí.
—¿Brendan? Oye ¿me estas siguiendo?
Ríe—¡Me descubriste! ¡Rayos!
Después de aclararse la garganta para que mi nave espacial aterrizara, el señor Samuel se levantó para presentarse—Samuel Murphy un gusto.
—Brendan Declan Walsh, un gusto
—¿Walsh? De juguetes ¿Walsh?—mi cara debió de ser de horror al verlo asentir de forma tímida.
—¡No puede ser!—chillo—ustedes sacarán al mercado un nuevo juguete que ayuda a niños con autismo.
Lo vi encogerse de hombros, incómodo, tímido…
—Basta de trabajo—confirmo para regresar su ánimo—¿vienes acompañado?
—No, de hecho solo quería ver el establecimiento, estamos pensando en algo para un nuevo proyecto.
—Si gustas te puedes quedar
—¿Quién es tu amigo Sammy? —el señor Fabrizio llegó para anotar su puntuación.
Les presenté a Brendan y como ellos son únicos, lo aceptaron de inmediato.
—Nada de hablar de trabajo, está prohibido en el viernes de machos—le adviento el señor Samuel.
—¿Viernes de machos? —me observa a mí.
—Ella está aquí porque no tiene amigas, a la única que tenía Fabrizio, la embarazó y tiene que cuidar a su nena—el señor Alessandro, toma una bola, camina con estilo por cierto y la lanza…lanzamiento perfecto… ¡chuza! es lo que grita porque resulta que su equipo compuesto por su hermano y él, van ganando.
—Nos están ganando Benson, porque tu culpa—me señala acusándome el señor Samuel.
—¡No dramatice! Esto no es un Reginam, es solo algo para divertirnos.
—Ese libro es muy bueno—Arturo, se aparece.
—Hasta que llegas Arturo—se sigue quejando el señor Samuel—Brendan, ve con los D´angelo y Arturo, te unes a nosotros, vamos a descuartizarlos.
—¿No que no era un Reginam? —pregunta Arturo—Sammy mamá quiere que llegues mañana para que le hagas estas—me muestra la imagen en su celular donde aparecen unas uñas exquisitas, sencillas como a la mamá de él le gustan, pero con un brillo oro en el dedo índice.
—Claro, estaré ahí a las tres.
—A jugar apresúrense—nos sigue regañando— en la próxima no te voy a elegir—me amenaza.
Desde que conozco a Arturo, siempre me cayó muy bien, es muy simpático y respetuoso, es el mejor amigo de mi jefecito y el señor Fabrizio.
Cuando llega a Fontaine, lo trato de usted pero fuera de ahí, me permito tutearlo
A su mamá la conocí cuando estuvo internada en el hospital donde mamá trabaja, cuando por casualidad pasé a verla y ahí estaba Arturo, cuidando de ella.
Es un gran abogado y de gran corazón, ama mucho a su mamá e igual que a mí, su padre los dejó cuando él era solo un niño.
—¡Chuza!—Escucho al equipo de los “inmortales” gritar, mientras celebran que nos están derrotando—¡inmortales, ju!
—¿Cómo dices que nos llamemos nosotros?
—Las chicas súper poderosas.
—Me estas jodiendo—responde Arturo mientras toma una bola, lo veo limpiarla e introducir los dedos en ella, en ese momento sus ojos celestes me miran y niego— ¿Con que le ganaste para elegir ese nombre?—me interroga
—Con nada—se queja señor Samuel —ella se adelantó para poner el nombre en la pizarra.
—Eres una vergüenza Samuel, Valentino, no hubiese permitido ese sacrilegio.
—Valentino, puede amenazarla con despedirla, yo soy un simple mortal—mira sus uñas
—Bien, vamos a emparejar ese marcador que es un desastre.
Las chuzas de Arturo y el señor Samuel nos ayudaron mucho, pero no lo suficiente para las chuzas que daban aquellos tres inmortales
Observé a Brendan, es un hombre atractivo y se veía más relajado, tranquilo, normal.
—¿Cuál es el castigo para los perdedores? —Brendan se sienta a mi lado con una cerveza y me la ofrece.
—No hay castigo—respondo
—Si hay, comerán esto.
—Usted es diablo señor Alessandro—lo que ordenaron fue chile relleno, chile de esos que pican, queman, ahogan, asfixian, matan.
El castigo era al menos darle un buen mordisco, uno que me quemó hasta lo más profundo de las entrañas.
—¿Quieres ir a algún lado después de salir de aquí?—interroga mi nuevo amigo
—Claro ¿qué te apetece?
—No fraternices con el enemigo.
—No sea dramático señor Murphy—todos reímos por su reacción melodramática.
Los viernes, gracias a ellos se habían convertido en mis favoritos, me encargaron buscar lugares entretenidos para poder divertirnos a gusto.
Y con Brendan, como compañía esa noche, fue una de las mejores, uno de mis mejores viernes de machos.
Hay muchos que se enamoran sin conocerse en persona, quizás solo detrás de un monitor o de una pantalla de celular.
La conversación puede hacer que ames a esa persona, unas te decepcionan al tratarlas cara a cara, otras te muestran la verdad tras la pantalla.
Y otras como Brendan…te enamoran solo, con su simple existencia…
“El veneno viene en frasco pequeño, como el amor viene en pequeños detalles”
(Erís Morningstar)
Mi querido Sebastián, me divertía en compañía de él ¿sabes por qué? Por qué no me juzgó por ser quién soy.Después de salir de los bolos, me llevó a una heladería, para mi sorpresa, pidió uno de chocolate con vainilla y yo una de menta, solo pensarlo ya siento un gran antojo.Hablar con él era una maravilla, sentía que era como yo, sentía que era…normal.Sin que llevara sobre sus hombros un pesado apellido, sin las presiones de guiar una gran empresa, me sentía a gusto con él a pesar de que lo estaba empezando a conocer.Éramos dos simples mortales.***—Te dije que no aceptaras a la primera y ya vez, te largaste con él apenas te lo ofreció.El señor Samuel Murphy es de esos hombres sin pelos en la lengua, me regañó el lunes que llegué a mi trabajo, ese catorce de enero, no más puse un pie fuera del elevador y ahí estaba dándome regaños.—Pero ni mi madre me regaña tanto.—Es porque no se da cuenta de lo que su hijita anda haciendo, mucho cuidado Benson, eres una buena chica no quiero
05 de JulioUn mes después, el gusano de la curiosidad me llevó a hacer algo que no debía, y es que el dicho llega muy bien cuando dice que la curiosidad mató al gato.Fue tanto lo hondo que cabo mi curiosidad, que decidí recurrir a la única persona en el mundo que en mis cinco sentidos jamás recurriría, a mi hermanastra.—Hermanita—dijo en cuanto contestó el celular—que alegría que me llamaras, es la primera vez que lo haces ¿en qué te puedo ayudar?Recuerdo sacar todo el aire contenido para luego morder mis uñas acrílicas.—Bueno, solo necesitaba saber ¿cómo estás?y si has sabido de tu amigo Brendan.—¡Claro!—Chilla con la emoción de siempre—me dijo que han estado saliendo por ahí ¡pillín!—Solo un poco—a decir verdad él lleva un mes aquí y yo he salido con él entre semana dos veces y los fines de semana, pero eso no se lo diría.—Ya veraz que él no es como los imbéciles que te he presentado, es todo un caballero.—Lo sé, lo que he podido ver en este tiempo, solo no quiero…tu sabes
Salgo de casa a regañadientes, bajo ante la atenta mirada de satanás, sigue tras de mí, y cuando al fin llegamos al auto, abre la y puerta y la cierra cuando me acomodo. Le doy una mala mirada antes de saludar—Buenos días Luce —Buenos días Sammy ¿Cómo te sientes hoy? —Igual que ayer odiando mas a ese hombre—ella ríe mientras niega. —Samuel solo quiere ayudar—lo defiende. —¿Cómo cuánto vamos a tardar? Ella sonríe antes de responder—no hemos acabado de llegar chica, deberías tranquilizarte, verás que será muy divertido. —¿Divertido? Comprar globos de colores, cintas y pastelitos con leche descremada, para un anciano—bufo cruzando de brazos, ella no quita la sonrisa de su rostro. —Todos los cumpleaños que celebramos a los ancianos son muy especiales y divertidos, a pesar de ser un hombre serio y tosco, Samuel, suele tener buenas ideas. —¿Samuel? Lo tuteas ¿Cómo es que pasó eso? —Es lo que sucede cuando conoces a una persona por mucho tiempo —¿Hace cuánto? —interrogo con curiosi
—Hola, Benson—saluda el señor Samuel, todo casual y fresco como de costumbre, en su rostro como siempre no refleja emoción alguna. — ¿Qué hace aquí? —pregunto con la molestia empezando a embargar mi pecho, me levanto dejando a un lado a Sebastián y lo enfrento. —No fuiste a la cita, así que aquí estoy para que comencemos la sesión. Entrecierro los ojos y me desconcierto—la cita es con Ernesto Simmons, no Samuel Murphy, ¡señor! —¡Oh, sí! eso, ¿no te lo dijo Ernesto? —pregunta con fingida inocencia —Decirme… ¿qué?—me está sacando de mis casillas. —Él ya no será tu terapeuta, seré yo… —¿Usted qué?—grito al escuchar semejante estupidez.—usted no es un psicólogo, es economista y el enviado de Lucifer. Peina con sus dedos su cabello rubio y me observa con severidad —La sesión será afuera. —Debe estar bromeando, no, no iré a ningún lado con usted. —¿No? ¿Segura?—camina hacia mí y se inclina para enfrentarme. Trago grueso y no digo nada, esa es su respuesta. Toma una chaqueta de mi
“El penal”, así le llama el señor engendro del diablo Murphy, al asilo de ancianos que su padre fundó hace unos años.Grace Murphy, me mostró las instalaciones y el edificio es muy grande, tienen un departamento de enfermería y me puso a ayudar a la chica, otra joven enfermera, a ordenar los nuevos medicamentos que llegaron, y que por falta de tiempo no pudo ordenarlos antes.Su nombre es Luce Monzat, es de Venezuela, cuando tomamos un descanso, sacó de su lonchera algo que me dijo se llama Cachapa.Me incomodó negarle el pedazo que me extendió, le sonreí a boca cerrada y le di el mordisco. Sentí tanto temor, pero ¿por qué?, cuando empecé a morderlo una sensación de satisfacción llegó a mí, estaba delicioso. Me escribió la receta y me envió un enlace donde hay un video de como se prepara.La mayoría de los que ahí trabajan son jóvenes, que aún están en su último año para terminar su carrera.La única mujer mayor ahí es Grace, “la generala”, como la apodó su hijo.—Mi abuelo murió aquí
Cuando el aparato se detuvo, salí directo al baño, los nervios, la sensación de desesperación me consumía, abrí el cubículo y vacié lo que no había comido…me alarme al ver salir de mis entrañas un líquido verdoso y la acidez y amargura en mi boca. Me alarmé en sobre manera, mi cuerpo temblada, enjuagué mi boca y quedé observando en el pequeño espejo, esta no soy yo, mis ojos azules estaban apagados, la palidez de mi rostro parecía que estaba luchando contra alguna grave enfermedad…y sin querer ser consciente de ello, así era, yo estaba enferma. Dije que lo tendría bajo control, que en cuanto bajara al peso deseado lo dejaría, pero no fue así, nunca vi mi peso ideal, perdí el control total de ello y todo empeoró ese día. Tenía una cita con Brendan, nos llevábamos muy bien, me sentía cómoda con él, notó mí bajo peso y mi estado físico, le decía que eran ideas suyas que era solo cansancio debido al trabajo. No sé si me creyó en ese momento, solo me importaba que yo le gustase. Llevab
Buscamos el auto, lo abre y me extiende un folder amarillo abultado por su contenido.—Cinthya, me encargó darte esto, al parecer Valentino no es de fiar —tomo el folder algo pesado, mis ojos brillan por que se que es lo que contiene.Doy saltitos de felicidad al comprobar que es el borrador de su nuevo y último libro de la serie Oscuridad. Cinthya Becker al fin ha dado cierre a su obra y no solo estoy emocionada por ello, es por que al parecer ha podido salir de su infierno. Estoy tan emotiva que salto a los brazos de Arturo a quien tomo por sorpresa y casi caemos de bruces al suelo de no ser por que queda recostado sobre el auto conmigo colgada de su cuello.—Pareces niña en dulcería—ríe mientras trata de sostenerme de la cintura, me doy cuenta de lo que estoy haciendo y avergonzada suelto mi agarre.—Lo lamento es que, no tengo palabras para expresar la emoción que siento en estos momento—Sea lo que contenga ese paquete, me alegra tu reacción—aun estamos cerca el uno del otro—debo
Terminamos de limpiar a las onde de la noche, no tenía idea de que celebrar a el cumpleaños de un anciano fuese tan agotador. Mis baterías estaban al cien por ciento y hoy estoy por debajo del uno. Cuando al fin son las seis de la mañana, Luce me lleva a casa, subimos a su auto, admiro que tenga tantas energías. —Tienen mucha energía —me deslizo en el asiento como chocolate derretido—Como mínimo están entre los cien y doscientos años—sonríe ante mi absurdo comentario, esta fresca como una lechuga—¿Cómo haces para no cansarte? —La costumbre e intento dormir cuando no tengo el turno nocturno —Desde que estoy trabajando con ustedes, tenemos ese turno—me quejo haciendo un puchero. —Es parte de tu terapia—mira la carretera tras darme un vistazo fugas— como sufres de insomnio, Samuel aprovecha eso para mantenerte activa. Pienso en sus palabras, sí, tengo noches de insomnio, al menos las tenías, ahora que estoy en esta extraña “terapia” mis fuerzas son acabadas por completo. Llegamos a