Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportarImmanuel KantSamuel MurphyVeo tras la ventana del automóvil intentado deshacer los nudos emocionales que están enmarañados en mi cerebro, cierro los ojos y lucho con pensar en cosas positivas.Voy en la parte trasera del auto, por recomendaciones de Ernesto, no debo conducir en un tiempo. El celular vibra dentro del bolsillo de mi saco y veo quien es.—No te escuché irte—su voz tiene un poco de pesar.—Lo siento, quería que durmieras más tiempo.—¿Lograste dormir algo?—Si, no te preocupes, tengo noches buenas.—Querido, por favor cualquier cosa, sabes que estoy aquí.—Lo sé—susurro—nos vemos más tarde, te amo.—Yo también te amo.Mi esposa cuelga la llamada. No estuvimos en buenos términos, pero, logramos regresar a estar juntos y eso, me reconforta.No quería perderla ni a ella ni a mi hija, así que me esforcé por mejorar, sin embargo… Después de pasar dos semanas con mis ahijadas, S
En ciertos momentos, la única forma de tener razón es perdiéndola José BergamínSamuel Murphy… Ahora sé lo que sentía Benson, al estar frente al edificio de Fontaine, la diferencia es que yo, no tengo quien me dé un empujón. De verdad deseo marcharme de aquí. Siento que con cada paso que doy, aumentan las probabilidades de que sufra un ataque de ansiedad.La casa donde me crie ha cambiado al paso del tiempo, eso sí, el jardín se está recuperando tras unos años sin que mi progenitor estuviera en casa.Mientras me acerco, veo un sombrero que me transporta a mi niñez, me detengo y siento como si fuese ayer, cuando me sentaba en una de las sillas junto a la mesa rodeado de tan bellas flores, con una pila de libros mientras mi padre cuidaba del jardín.Cuando compraron esta casa, se encargó de plantar diferentes tipos de plantas florales. Jamás fui de ayuda, no me interesan esas cosas, lo mío son los números, sin embargo, disfrutaba de ese tiempo con él.No tengo un pasa tiempo favor
Cada hombre es una historia que no se parece a ninguna otra (Alexis Carrel) Samuel Murphy…Y Luce, era su hermana.Cuando escucho que dice eso, algo hace clic en mi cabeza, es como si el cerebro se detuviera justo en ese momento. Paso mis manos por el rostro—respira, muchacho—me anima entonces, siento su leve caricia sobre mi espalda—respira, inhala y exhala, eso es—intento imitarlo—imagina que William viera como te culpas cada día, por algo que solo estaba en sus manos, ¿crees que descansaría en paz? ¿le harías eso a tu mejor amigo?—Yo, debí ver las señales, papá—aparece una sensación en mi pecho, como si algo lo aprisionara, inhalo y exhalo, prácticamente boqueando, mi padre sigue con esa leve caricia sobre mi espalda—duele, papá—entonces, la sorpresa aparece cuando las lágrimas acumuladas por tanto tiempo salen, las limpio con rapidez, pero es en vano, vi muchas personas llorar en el transcurso de mi vida, yo no recuerdo cuando fue la ultima vez que lo hice, pero ahora, no puedo
“No podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos”.(Albert Einstein)SammyCierro los ojos, saco un suspiro cansado, llevo dos semanas intentando hacer que Pene-Lope, haga su trabajo, el cual termino haciendo yo.Es irrespetuosa conmigo, se la pasa en otros departamentos y no sé qué es lo que está pensando. Se supone que la tengo para ayudarme, es cierto que soy la mujer maravilla, pero no puedo con todo sola.Así que, desde que regresé, tengo estrés, no tengo tiempo para relajarme y cargo con el triple de la presión laboral sobre mis hombros y eso, no es nada bueno, para colmo, satanás sigue de vacaciones.Emma y Julia, aconsejan que debo hablar con el jefecito y plantearle la situación. No quería llegar a eso, me gusta solucionar los problemas laborales, de no ser que la situación se salga de mis manos.—No, no, no, no debo molestarlo con insignificancias. El problema es que no quiero perder la paciencia y detonar.—Sammy, debes hacerlo
“Querido diario”, ¿querido diario? suena muy cliché—borro, no, más bien mancho, por qué decidí escribir con bolígrafo rojo, sí, rojo. Mi color favorito en cabello, uñas y bolígrafoEstimado diario—no, así no, ni que fueses un puto funcionario del gobierno—mancho nuevamente y pienso antes de comenzar, porque el terapeuta dijo que sería muy bueno para mi escribir lo acontecido día a día, la diferencia de este diario, es que yo le voy a contar mi historia pasada.Pero primero he pensado en presentarme con mi querido nuevo amigo “el diario” al que llamaremos “Sebastián”, sí, he tenido la extraña, muy extraña idea de que yo tengo un ángel guardián desde que tengo uso de razón y lo llamé… ¡Adivinaron! Sebastián.Día 01 Julio 2019Empecemos con las presentaciones, Hola Sebastián, un gusto escribirte, soy Sammy Benson, si, Sammy, nada de Samanta o Samaria o Sam, tan solo Sammy, mi madre es una mujer muy interesada en la cultura oriental y decidió ponerle a su primer y única hija biológica por
Dejo a mi madre ver su telenovela mexicana y me dispongo a doblar la ropa que he traído por la mañana de la sala de lavado que tenemos en casa.Es ahí cuando me doy cuenta que tengo ropa que ya no me queda, pero la guardo “por si acaso”Observo ese vestido rojo ajustado, me quedaba como otra piel en mi cuerpo. Me hacía sentir sensual y segura talla L. Cierro los ojos al ver la talla, ¿Cómo me atreví?Aprieto entre mis manos el vestido azul y lágrimas se acumulan en mis ojos mientras en la vieja radio reproduce la canción Hoy me acorde de ti de Jose Luis Perales.Hoy he cerrado mi ventanaY he pensado en ti,Quería recordarte esta mañana.Te vi sentada en un sillón,Tomando tu café,Los niños correteando por la casaPatéticaMe pregunté:¿Será feliz?¿En dónde vivirá?¿Será una mujer enamorada?¿Enamorada? PatéticaSollozo con el vestido pegado a mi pecho. —Cariño—mi madre entra y se sienta a mi lado—Estoy bien—sollozo, limpio las lágrimas que mojan mis mejillas—¿puedes doblarla por
03 Julio 2019—Querido Sebastián, nací un 15 de abril 1993 en primavera, eso ya lo sabías, pero quiero recordártelo.Hace 6 meses, el 7 de enero para ser exacta, recibí la llamada de mi muy molesta hermanastra—Hola Sam—su voz chillona la escuché retumbar ese día en mi oído.—Habla rápido sí, estoy trabajando—me recuerdo escribiendo un correo fuerte para los de compras por el retraso en las facturas para poder pagarlas y los proveedores nos estaban cobrando y amenazaban con poner nuestro nombre en rojo.—Tan adorable como siempre hermanita.—No somos hermanas, madres diferentes ¿recuerdas?—¡Vamos! Siempre te he visto como mi hermana mayor.—Voy a colgar, igual te diré que no.—Papi está de cumpleaños ¿recuerdas?—Ajá ¿y?—Sam…—¡Mierda! ¿Qué quieres? di de una buena vez.La paciencia no era ese día un aliado, me estaba llevando la fregada ese día.—No puedo creer que me hayas gritado—la escuche sollozar, cerré los ojos y empecé a encontrar un poco de paciencia para esta mujer.—Lo la
A mi padre le habían logrado lavar el cerebro este par de maniquíes ambulantes, y es que siempre, me reprochó mi físico, mi peso, solo le importan las apariencias. —Debo irme papá, disfruta tu fiesta con estos… desconocidos—con premura me despedí de él y caminé con prisa hacia la salida. —Te vas tan pronto—me interceptó Brendan. —Sí, el ambiente está muy pesado por acá y debo trabajar mañana. Un gusto conocerte. —¿Por qué no te quedas un rato más?—recuerdo su mirada nerviosa—no hace mucho vine a este país y aparte de tu hermana—su vista se desvió hasta dónde estaba mi hermanastra sonriendo rodeada de sus amigos lambiscones—, no conozco a nadie más. Al menos apiádate de esta pobre alma en desgracia. —¿Tienes un cuarto rojo? —Pues no, pero te puedo dar de nalgadas si lo pides. Ambos volvemos a reír. Me quedé conversando con él, éramos como dos viejos conocidos que tenían mucho tiempo sin verse y se estaban poniendo al día, con la diferencia, que nos estábamos conociendo. No veía