03 Julio 2019
—Querido Sebastián, nací un 15 de abril 1993 en primavera, eso ya lo sabías, pero quiero recordártelo.
Hace 6 meses, el 7 de enero para ser exacta, recibí la llamada de mi muy molesta hermanastra
—Hola Sam—su voz chillona la escuché retumbar ese día en mi oído.
—Habla rápido sí, estoy trabajando—me recuerdo escribiendo un correo fuerte para los de compras por el retraso en las facturas para poder pagarlas y los proveedores nos estaban cobrando y amenazaban con poner nuestro nombre en rojo.
—Tan adorable como siempre hermanita.
—No somos hermanas, madres diferentes ¿recuerdas?
—¡Vamos! Siempre te he visto como mi hermana mayor.
—Voy a colgar, igual te diré que no.
—Papi está de cumpleaños ¿recuerdas?
—Ajá ¿y?
—Sam…
—¡Mierda! ¿Qué quieres? di de una buena vez.
La paciencia no era ese día un aliado, me estaba llevando la fregada ese día.
—No puedo creer que me hayas gritado—la escuche sollozar, cerré los ojos y empecé a encontrar un poco de paciencia para esta mujer.
—Lo lamento, estoy estresada, estoy en el trabajo ¿sabes qué es eso cierto?
—Sí, solo necesito tu presencia, será una sorpresa para él, te espero hoy hermanita.
—Ahí estaré ¿contenta? —El chillido que dio por poco me deja sorda.
Y así colgué la molesta llamada.
‹‹Como si él se dignó a estar presente en los míos›› me quejé como de costumbre.
“Era tan importante para mí la ocasión” que no pasé por mi casa para cambiarme, de una me fui a casa de los Benson 2 como suelo llamarlos, es más, en la actualidad mis padres siguen casados.
La indignación de las Angelas, sigue siendo por ese asunto, pero se aguantan porque si mi madre decide divorciarse, gracias a ese convenio que firmaron antes, mi padre queda en la calle aunque haya otra hija de por medio, además que ahora no importa porque es mayor de edad. Quizás solo les tocará a ellas lo poco que quede. Para no dejarlas desamparadas.
Mamá le dijo a él que lo hiciera cuando gustara, igual no tocaría ni un centavo pero no lo hizo, por alguna razón, no lo ha hecho en todos estos años.
Llegué a la tan esperada fiesta, que resultó ser más bien una reunión social para mi hermanastra, que para mi padre.
Bajé del taxi con una bolsa de regalo en mis manos, apresuré mis pasos y entré a la sala donde se estaba llevando a cabo el evento.
Aparte de las Angelas, apenas pude reconocer a las arpías de sus dos mejores amigas y al actual novio de Ángela, otro más para su colección, el típico chico de traje, con alguna fortuna familiar, autos, yates y esas pequeñas cosas que los hacen un poco felices.
Divisé a mi padre y antes de poder llegar hasta donde estaba, mi hermanastra se interpuso entre mi camino hacia él y yo.
—¡Hermanita!—yo aborrezco que me diga así, se le escucha tannnn hipócrita—quiero presentarte a alguien—y aquí vamos de nuevo, rodé los ojos asqueada.
Verán, ella tenía esa m*****a costumbre de presentarme a sus amigos, los cuales no les interesaba conocerme, porque no quieren a una chica voluptuosa como yo en su vida, quieren barbies, rubias y tontas. Y no es que digo que las rubias sean tontas, pero ellos las prefieren aparte de rubias, tontas.
—No Ángela, hoy no, ni nunca, sabes bien lo que pasó la última vez.
La última vez el tipo estuvo conmigo por compromiso de quedar bien con ella, en una cita doble. La siguiente cita que ella nos organizó para nosotros solos, él jamás se presentó.
—Es que Pedro es un idiota.
—Como todos tus amigos.
—Vamos Sammy, tampoco tú pones de tu parte—tomé del banquillo una copa de champán y un trozo de camarón—deberías arreglarte mejor, ni siquiera te cambiaste la ropa de la oficina—me reprochó ese día como siempre—y lo primero que haces es comer y comer, debes cuidar mejor tu figura.
—Aja—y me seguí atragantando lo delicioso mientras la ignoraba.
—¡Llegaste!— la escucho decir— mira, te presento a mi hermanita.
—Hermanastra de hecho—la corregí
—Sammy, hermanita él es, Brendan Declan Walsh, es australiano y tiene 28 años.
No te voy a negar mí querido Sebastián, que el tipo era guapo, alto, no es el típico espécimen Australiano, este era de cabello castaños oscuro, pero podría jurar que a la luz del sol se tornaría a rojo cobrizo oscuro, ¡qué nais!
Una sonrisa encantadora y un cuerpo perfecto que conlleva matarte en un gimnasio dos horas diarias de puro pesas y matarte de hambre.
—Los dejo solos para que conversen a gusto—la muy desgraciada se marchó a grandes zancadas
—Tú te pareces más a tu padre—indicó con amabilidad
—¿Qué te parece si te lo dejo fácil? —pregunté mientras me limpiaba la boca con una servilleta y colocaba la copa sobre la mesa.
—¿No comprendo?—en realidad no lo comprendía, así que decidí explicárselo.
—Tú le dices a ella cualquier excusa para no querer salir conmigo y ella no insistirá en hacer una cita para los dos.
—¿Por qué yo no querría tener una cita conmigo? —eso me hizo reír en burla.
—¡Por favor! Solo mírame
—Eso hago—¡oh!
—Eso sonó muy Grey…
—¿Muy, Cincuenta sombras?—preguntó gracioso.
—Tu si me caes bien—reímos, si, ambos reímos, el tipo me cayó muy bien desde el inicio—si me disculpas debo saludar a mi padre.
Caminé a paso firme entre esos desconocidos y me encontré con los ojos azules de papá, color que me heredó.
—¡Hola pa!—lo saludo con un beso en la mejilla y él me abraza, no diré que no lo quiero o no siento aprecio por él, al fin y al cabo es mi padre y estuvo conmigo 10 años de mi vida.
—Hola cariño, hueles a camarón
—Están deliciosos—respondí al instante —deberías probarlos.
—No cariño, estoy guardando la línea.
—¿Ah sí?, pues no me perdería un manjar tan exquisito solo por mantener apariencias.
—Cariño, sabes que siempre te he dicho que debes al menos cuidar tu peso.
—Tengo el peso perfecto para mi tamaño papá, según mi nutricionista, así que deja de exagerar de nuevo con respecto a eso.
A mi padre le habían logrado lavar el cerebro este par de maniquíes ambulantes, y es que siempre, me reprochó mi físico, mi peso, solo le importan las apariencias. —Debo irme papá, disfruta tu fiesta con estos… desconocidos—con premura me despedí de él y caminé con prisa hacia la salida. —Te vas tan pronto—me interceptó Brendan. —Sí, el ambiente está muy pesado por acá y debo trabajar mañana. Un gusto conocerte. —¿Por qué no te quedas un rato más?—recuerdo su mirada nerviosa—no hace mucho vine a este país y aparte de tu hermana—su vista se desvió hasta dónde estaba mi hermanastra sonriendo rodeada de sus amigos lambiscones—, no conozco a nadie más. Al menos apiádate de esta pobre alma en desgracia. —¿Tienes un cuarto rojo? —Pues no, pero te puedo dar de nalgadas si lo pides. Ambos volvemos a reír. Me quedé conversando con él, éramos como dos viejos conocidos que tenían mucho tiempo sin verse y se estaban poniendo al día, con la diferencia, que nos estábamos conociendo. No veía
‹‹Yes, my lord››—es lo que escucho decir al mayordomo de la casa Phantomhive, estoy fascinada con este anime de fantasía oscura Kuroshitsuji o Black Butler. Aunque he tenido pesadillas con que él, se lleva mi alma en vez de la de Ciel Phantomhive. Estoy tan fascinada, que no me doy cuenta que me he acabado una bolsa de palomitas completa llena de mantequilla y para ser sincera, había olvidado lo bueno que se siente comer sin preocupaciones y tener así de llena la barriga. 04 Julio 2019 Querido Sebastián, quiero seguir con mi charla porque estoy de muy buen humor después de ver el final de Kuroshitsuji y de quedarme con la curiosidad de como Sebastián que irónicamente así se llama el mayordomo del infierno, se lleva el alma del chico que con todo gusto la cedió. Aunque necesito ver las posibles 6 ovas que según leí están por ahí y aun no las he buscado. Y las dos temporadas que descubrí que existen, luego te cuento que tal están. Después de que mi jefe se fuese de viaje el viern
Mi querido Sebastián, me divertía en compañía de él ¿sabes por qué? Por qué no me juzgó por ser quién soy.Después de salir de los bolos, me llevó a una heladería, para mi sorpresa, pidió uno de chocolate con vainilla y yo una de menta, solo pensarlo ya siento un gran antojo.Hablar con él era una maravilla, sentía que era como yo, sentía que era…normal.Sin que llevara sobre sus hombros un pesado apellido, sin las presiones de guiar una gran empresa, me sentía a gusto con él a pesar de que lo estaba empezando a conocer.Éramos dos simples mortales.***—Te dije que no aceptaras a la primera y ya vez, te largaste con él apenas te lo ofreció.El señor Samuel Murphy es de esos hombres sin pelos en la lengua, me regañó el lunes que llegué a mi trabajo, ese catorce de enero, no más puse un pie fuera del elevador y ahí estaba dándome regaños.—Pero ni mi madre me regaña tanto.—Es porque no se da cuenta de lo que su hijita anda haciendo, mucho cuidado Benson, eres una buena chica no quiero
05 de JulioUn mes después, el gusano de la curiosidad me llevó a hacer algo que no debía, y es que el dicho llega muy bien cuando dice que la curiosidad mató al gato.Fue tanto lo hondo que cabo mi curiosidad, que decidí recurrir a la única persona en el mundo que en mis cinco sentidos jamás recurriría, a mi hermanastra.—Hermanita—dijo en cuanto contestó el celular—que alegría que me llamaras, es la primera vez que lo haces ¿en qué te puedo ayudar?Recuerdo sacar todo el aire contenido para luego morder mis uñas acrílicas.—Bueno, solo necesitaba saber ¿cómo estás?y si has sabido de tu amigo Brendan.—¡Claro!—Chilla con la emoción de siempre—me dijo que han estado saliendo por ahí ¡pillín!—Solo un poco—a decir verdad él lleva un mes aquí y yo he salido con él entre semana dos veces y los fines de semana, pero eso no se lo diría.—Ya veraz que él no es como los imbéciles que te he presentado, es todo un caballero.—Lo sé, lo que he podido ver en este tiempo, solo no quiero…tu sabes
Salgo de casa a regañadientes, bajo ante la atenta mirada de satanás, sigue tras de mí, y cuando al fin llegamos al auto, abre la y puerta y la cierra cuando me acomodo. Le doy una mala mirada antes de saludar—Buenos días Luce —Buenos días Sammy ¿Cómo te sientes hoy? —Igual que ayer odiando mas a ese hombre—ella ríe mientras niega. —Samuel solo quiere ayudar—lo defiende. —¿Cómo cuánto vamos a tardar? Ella sonríe antes de responder—no hemos acabado de llegar chica, deberías tranquilizarte, verás que será muy divertido. —¿Divertido? Comprar globos de colores, cintas y pastelitos con leche descremada, para un anciano—bufo cruzando de brazos, ella no quita la sonrisa de su rostro. —Todos los cumpleaños que celebramos a los ancianos son muy especiales y divertidos, a pesar de ser un hombre serio y tosco, Samuel, suele tener buenas ideas. —¿Samuel? Lo tuteas ¿Cómo es que pasó eso? —Es lo que sucede cuando conoces a una persona por mucho tiempo —¿Hace cuánto? —interrogo con curiosi
—Hola, Benson—saluda el señor Samuel, todo casual y fresco como de costumbre, en su rostro como siempre no refleja emoción alguna. — ¿Qué hace aquí? —pregunto con la molestia empezando a embargar mi pecho, me levanto dejando a un lado a Sebastián y lo enfrento. —No fuiste a la cita, así que aquí estoy para que comencemos la sesión. Entrecierro los ojos y me desconcierto—la cita es con Ernesto Simmons, no Samuel Murphy, ¡señor! —¡Oh, sí! eso, ¿no te lo dijo Ernesto? —pregunta con fingida inocencia —Decirme… ¿qué?—me está sacando de mis casillas. —Él ya no será tu terapeuta, seré yo… —¿Usted qué?—grito al escuchar semejante estupidez.—usted no es un psicólogo, es economista y el enviado de Lucifer. Peina con sus dedos su cabello rubio y me observa con severidad —La sesión será afuera. —Debe estar bromeando, no, no iré a ningún lado con usted. —¿No? ¿Segura?—camina hacia mí y se inclina para enfrentarme. Trago grueso y no digo nada, esa es su respuesta. Toma una chaqueta de mi
“El penal”, así le llama el señor engendro del diablo Murphy, al asilo de ancianos que su padre fundó hace unos años.Grace Murphy, me mostró las instalaciones y el edificio es muy grande, tienen un departamento de enfermería y me puso a ayudar a la chica, otra joven enfermera, a ordenar los nuevos medicamentos que llegaron, y que por falta de tiempo no pudo ordenarlos antes.Su nombre es Luce Monzat, es de Venezuela, cuando tomamos un descanso, sacó de su lonchera algo que me dijo se llama Cachapa.Me incomodó negarle el pedazo que me extendió, le sonreí a boca cerrada y le di el mordisco. Sentí tanto temor, pero ¿por qué?, cuando empecé a morderlo una sensación de satisfacción llegó a mí, estaba delicioso. Me escribió la receta y me envió un enlace donde hay un video de como se prepara.La mayoría de los que ahí trabajan son jóvenes, que aún están en su último año para terminar su carrera.La única mujer mayor ahí es Grace, “la generala”, como la apodó su hijo.—Mi abuelo murió aquí
Cuando el aparato se detuvo, salí directo al baño, los nervios, la sensación de desesperación me consumía, abrí el cubículo y vacié lo que no había comido…me alarme al ver salir de mis entrañas un líquido verdoso y la acidez y amargura en mi boca. Me alarmé en sobre manera, mi cuerpo temblada, enjuagué mi boca y quedé observando en el pequeño espejo, esta no soy yo, mis ojos azules estaban apagados, la palidez de mi rostro parecía que estaba luchando contra alguna grave enfermedad…y sin querer ser consciente de ello, así era, yo estaba enferma. Dije que lo tendría bajo control, que en cuanto bajara al peso deseado lo dejaría, pero no fue así, nunca vi mi peso ideal, perdí el control total de ello y todo empeoró ese día. Tenía una cita con Brendan, nos llevábamos muy bien, me sentía cómoda con él, notó mí bajo peso y mi estado físico, le decía que eran ideas suyas que era solo cansancio debido al trabajo. No sé si me creyó en ese momento, solo me importaba que yo le gustase. Llevab