MARTIN.Salgo corriendo del set lo más rápido que puedo, Elise no se queja pero prefiero llevarla en mis brazos a pesar de que me falta el aire y siento que voy a caerme al suelo totalmente agotado en cualquier momento.—Hay que ir a ver la maleta al departamento — asiento —Y la mía también — vuelvo a asentir — Y hay que llamar a la doctora — asiento una vez másNo puedo hablar, estoy totalmente emocionado por conocer a mis princesas. El auto llega de inmediato, le agradezco al chico y subo a Elise, le pongo el cinturón y me subo al auto para encenderlo.Tranquilo Martín.Mantén la calma.—¿Amor? — la voz de Elise se hace más fuerte a medida que pasa el tiempo y la miro— Estás sudando — me comenta y asiento, porque no me había dado cuenta de eso —Tranquilo, todo saldrá bien — vuelvo a asentirAy por favor. Parezco yo la embarazada a punto de dar a luz.—Tranquilo — la escucho decirme, llamo a mamá desde el bluetooth del auto—Aló — me responde—Mami, las gemelas se adelantaron. Elise
MARTINMe llamo Martin Wesley, tengo 25 años de edad, vivo con mi madre, no tengo trabajo, peor no es porque sea vago, no, de hecho, tengo un doctorado en Administración de empresas, y otro en Marketing digital. ¿Por qué no tengo trabajo? Pues, cuando voy a una entrevista no me crean que los títulos sean verdaderos, ya que soy muy joven según ellos para eso, y yo solo quiero decirles: Me saqué la madre para ganar cada uno de ellos, dejen de ser imbéciles. Pero obvio no lo hago, aun así, igual no me contratan. Estoy pensando en que debería llamarlos imbéciles, igual no me van a contratar. Busco trabajo porque mamá enfermó, le detectaron un tumor en tercera etapa, aun no hay metástasis y eso es bueno, pero necesito dinero para los tratamientos y todo lo que eso implica. Hasta ahorita tenemos en deudas 60,000 dólares y no tengo idea de cómo voy a hacer para pagarlos. Salgo de casa solo para correr, ese es el único ejercicio que hago a diario, no levanto pesas, ni tengo un cuerpo su
MARTIN.Me levanto con un dolor intenso de la cabeza, por unos segundos mi vista da vuelta hasta que se controla y veo donde estoy, me siento en la cama y aunque quiero acostarme porque parece que voy en un carrusel a mil kilómetros por hora, solo me levanto y como puedo llego al baño para liberar líquidos. Hecho agua en mi rostro y salgo a acostarme de nuevo.Cuando bebo, bebo como si no hubiera mañana, el hecho de que esté a salvo en mi casa luego de todo eso que bebí, es porque el dueño nos conoce a todos, desde pequeños y siempre nos lleva a casa cuando cierra. Es por eso que estoy a salvo y no en un barranco o estrellado contra un árbol.Aunque no tengo auto.No, yo uso una bicicleta porque los autos dañan al planeta, sí, soy un activista por el medio ambiente.Mis ojos se cierran poco a poco y me dejo ir, pero antes a mi mente regresa la chica del cabello largo, buenas tetas y labios hermosos a la cual nalgueé, le dije que era virgen y me le ofrecí.Una maravillosa creación de D
MARTIN.— Lo siento... yo —carraspeo —Fue un accidente —sonrío tímido y estrecho su mano —Mucho gusto — ella a acepta y la suelta despuésBuen inicio Martin.Vuelvo a intentar secar o quitar la gran mancha en mi entrepierna y como es de esperarse no tengo éxito, intento unas veces más, y nada, un carraspeo me hace levantar la cabeza. Elise me está mirando fijamente, con cautela miro alrededor notando que todos me están viendo, rio tímido por segunda vez y regreso la vista a Elise.— Tome asiento señor Wesley — me indica con su mano, trago seco y lo hago —¿Desea algo de beber? — cuestiona y agradezco su gentileza—Agua por favor — llama al camarero, le indica las bebidas y me ve luegoAdmito que la borrachera no me dio oportunidad de admirar a esta hermosa mujer. Sus ojos son verdes y te hacen mirarlos fijamente, su nariz es perfilada, sus labios son carnosos, y los lleva de color rojo sangre, lo que la hace mucho más hermosa. Su piel es de color de la porcelana y su cabello largo, lo
ELISE.Sonrío al verlo salir del restaurante, está furioso e indignado por lo que acabo de hacerle, ni si quiera mira atrás cuando sale del lugar, su rostro va erguido, su postura muy diferente a la patética, que tuvo aquí. Veo ese traje viejo que le queda grande y que sin duda alguna no es de él.Minutos después entra Thiago, mi mejor amigo, mano derecha y confidente, al ver mi sonrisa maliciosa rueda los ojos y se sienta donde minutos antes estuvo Martin, pide comida y mientras esperamos solo me mira fijamente, al ver que no le digo nada, se apoya en la mesa y empieza a hablar.— Eres una maldita — me acusa—¿Yo? —pregunto con inocencia—¿Que le dijiste que salió despavorido, o que le hiciste? —lo ignoro y bebo de mi copa—, nada —contesto cuando termino —El solo no aceptó mi propuesta ——¿Qué le habrás propuesto? ——Simplicidades — digo restándole importancia con la mano —él se asustó, y se fue —— Seguramente lo drogaste o le ofreciste sexo, una de dos —e guiño un ojo — Lo sabía,
ELISE — ¿Usted es? — Vander Vall le pregunta viéndolo de abajo hacia arriba Infeliz — Es mi acompañante —digo haciendo una seña para que entre, él lo hace con timidez y cierra la puerta —Martín, por favor acérquese —le pido —Lamento que se haya retrasado, estaba estacionando mi Ferrari — sonrío y él llega a mí, le entrego la Tablet — Cuando te mire deslizas para pasar las diapositivas —asiente y comienzo Muy bien. — Bien caballeros, como ustedes saben soy Elise Remington, dueña de Remington Incorporations y motor de cientos de empresas que se han convertido en las más famosas en el mundo — hago una pausa y miro a cada uno fijamente por unos segundos —Les presenté mi plan de trabajo con ustedes, los pasos a seguir, las metas a lograr, los objetivos a cumplir, pero al parecer eso no les convenció y me llamaron para que se los diga en la cara —miro al señor Vander Vall — Soy capaz de convertirlos para finales de año en la mejor empresa de esta cuidad, soy capaz de llevarlos a un nue
MARTIN. Estoy aferrado al asiento, literal, estoy tan aferrado que siento que en cualquier momento haré huevo en asiento de tanto que lo aprieto. Miro al frente y noto como los autos pasan a gran velocidad a nuestro alrededor, también me doy cuenta que algunos pitan y nos insultan, mis ojos van a la conductora que sonríe mientras maneja este auto como si fuera a lanzarse del puente en cualquier momento. Tal vez lo haga. Aprieto el cinturón de seguridad, trago grueso al sentir mi corazón latir desenfrenado, al notar que una gota de sudor cae de mi frente y eso me hace dar cuenta de que estoy sudando, también de que mi cuerpo está temblando. No sé porqué Elise Remington maneja de esa forma, no se porque me subí al auto, no se porque no tuve seco cuando tuve la oportunidad. Ahora moriré, sin ni siquiera, haber hecho el amor. Que patética vida. Pasamos el puente y veo edificios que se acercan a toda prisa, para mi alivio, Elise reduce la velocidad ya que entramos a otra parte
MARTIN. Estoy aferrado al asiento, literal, estoy tan aferrado que siento que en cualquier momento haré huevo en asiento de tanto que lo aprieto. Miro al frente y noto como los autos pasan a gran velocidad a nuestro alrededor, también me doy cuenta que algunos pitan y nos insultan, mis ojos van a la conductora que sonríe mientras maneja este auto como si fuera a lanzarse del puente en cualquier momento. Tal vez lo haga. Aprieto el cinturón de seguridad, trago grueso al sentir mi corazón latir desenfrenado, al notar que una gota de sudor cae de mi frente y eso me hace dar cuenta de que estoy sudando, también de que mi cuerpo está temblando. No sé porqué Elise Remington maneja de esa forma, no se porque me subí al auto, no se porque no tuve seco cuando tuve la oportunidad. Ahora moriré, sin ni siquiera, haber hecho el amor. Que patética vida. Pasamos el puente y veo edificios que se acercan a toda prisa, para mi alivio, Elise reduce la velocidad ya que entramos a otra parte