Capítulo 76 Prepárate para marcharteBelinda, con gesto confundido, miró a Felipe, incapaz de articular una respuesta coherente.—Yo… no entiendo lo que me estás diciendo.—Ven, te acompaño a tu habitación.La tensión era palpable. Felipe, con un nudo en la garganta, sintió la urgencia de aclarar aquel enredo emocional.Guio a Belinda hacia su habitación en silencio. Dejaron el lobby, claramente diseñado para transmitir una sensación de lujo y hospitalidad, y tomaron el ascensor sin pronunciar una palabra más, cada paso resonando como una declaración de lo que no se decía.Al salir del ascensor, ella lo seguía observando. Nunca lo había visto así; siempre fue tierno y cariñoso con ella. Nunca elevó la voz ni fue tan firme.—Felipe—, le dijo Belinda—Guarda silencio de una vez por todas. Espera que lleguemos a tu habitación—.Al llegar, él esperó a que ella pasara la tarjeta electrónica por la puerta de la habitación y ambos entraron. Al adentrarse en el pequeño salón, él se giró para
Capítulo 77 Adopción —Sube y hablaremos. Este no es el mejor sitio para tratar ese tema.Daniela resopló. Miro hacia todos lados y luego se sentó en el asiento delantero a su lado en el vehículo.— ¿Qué pasa con la custodia?, dímelo de una vez. ¡No tengo energías para jugar contigo! ¡Debo llegar a casa!—le advirtió sin mirarlo— No hablaremos aquí sobre eso. Vamos a otro sitioFelipe condujo a Daniela hasta un pequeño parque cercano, un remanso de tranquilidad que aparentemente ofrecía la privacidad necesaria para abordar temas delicados.A pesar de la urgencia de Daniela por hablar, Felipe siguió en silencio hacia una banca retirada frente a un hermoso lago artificial.El ambiente sereno del lugar trasmitía una calma que ninguno de los dos sentía en ese momento.Finalmente, él se sentó en la banca y se giró hacia Daniela, su mirada reflejando una mezcla de determinación y preocupación.—En primer lugar, quiero pedirte disculpas por lo sucedido en el hotel…Daniela sonrió burlonament
Capítulo 78 Transferencia Daniela, cada vez más confundida, se dirigió a Felipe con una mirada inquisitiva.— Felipe… ¿Qué demonios sucede contigo?— Es muy sencillo, también soy un hermano mayor y tengo derecho a ser el tutor legal. No puedes negármelo. No estoy diciendo que te los quitaré, solo deseo compartir la responsabilidad legal de su cuidado.La revelación de Felipe sumió a Daniela en un mar de emociones encontradas. La idea de compartir la responsabilidad legal de los niños con él no era de su agrado, pero tampoco podía negarles a los niños una vida mejor y el llevar el apellido de su padre. Tendría que pensarlo.— No lo sé, tengo que pensarlo.— ¿Qué tendrías que pensar? Ellos tendrán el apellido de su padre…— ¿Serías capaz de reconocerlos públicamente?— Daniela, ¿por qué eres así? Ya te he dicho que no es fácil ser hijo de Federico Ortiz. Es un hombre que ha dado mucho de qué hablar. Después de esa publicación tan escandalosa, se hace ver a los niños como un pecado ince
Capítulo 79 Muñequita consentida Daniela presentía que algo se escapaba de su entendimiento, quizás por ser un poco lenta en captar las emociones a su alrededor o, quizás, porque prefería no enfrentar la realidad de lo que estaba ocurriendo.— Claro, Alfonso, eres mi vecino y amigo. Nuestros niños juegan juntos, son amigos. A las gemelas y a Fabián les dolerá la partida de sus amigos. No me quiero imaginar lo que será para tus hijos ese cambio, no solo de ciudad y de país. Solo que…— Dime… qué cosa… —pregunto ansioso.— Creo que es una gran oportunidad para ti. También pienso que estás preparado profesionalmente para vencer cualquier desafío que se te presente.La expresión expectante de Alfonso se transformó a una de decepción. Se cuestionó internamente si debía haber sido más directo, pero no estaba seguro de cómo reaccionaría Daniela y no quería arriesgarse a quedar en ridículo.Desde la primera vez que la vio, ella le impresionó. Era tan hermosa, tan encantadora. Al principio, h
Capítulo 80 Solo quería dormirTeresa guardó silencio por breves segundos y al final se encogió de hombros.—Dani, él me ofreció una ayuda extra para la casa. Está preocupado por los niños. También por ti. Está arrepentido por lo que sucedió antes. ¿Podemos darle un voto de confianza?—Eso no quita el hecho de que él no me debe gustar. Hay muchas cosas en contra. Empezando porque él no siente lo mismo. Me odia por la relación que tuvieron nuestros padres. Eso, entre otras cosas, definitivamente hace que no pueda tener algo con él.Mientras las palabras salían de su boca, Daniela luchó contra unas inoportunas lágrimas.Ella se sentía tremendamente consciente de su presencia, del alto y fornido cuerpo. Habían pasado algo más de 6 meses desde que habían hecho el amor, pero para ella solo había pasado un día. Seis meses atrás, ella había huido después de que él le hizo el amor y él descubrió que no era quien decía ser.Recordaba perfectamente cómo se sentía su cuerpo y su fresca fragancia
Capítulo 81 Planes fallidosFelipe pasó la noche en la habitación de Belinda. Cada vez que intentaba moverse, ella lo agarraba del brazo y comenzaba a llorar desesperada, impidiéndole salir.El médico de guardia le había informado que Belinda tenía un problema nervioso y que por la mañana tendría una consulta con un psiquiatra. Ante tal situación, Felipe se vio obligado a quedarse a su lado.Mientras permanecía allí, su mente divagaba hacia el paseo planificado con los niños y Daniela. Aún no había decidido si debía o no suspender el paseo. Aunque mantenía la esperanza de poder disfrutar del día con ellos, las horas pasaban y no se observaban cambios en Belinda. Incluso se negó rotundamente a permitir que la sedaran por miedo a que él se marchara.La incertidumbre y la angustia se apoderaban de Felipe mientras permanecía al lado de Belinda, atrapado entre el deseo de cumplir con lo prometido a los niños y la preocupación por la frágil situación de la mujer que tenía frente a él.Con l
Capítulo 82 Soy tu hermano mayor— ¡Lo voy a matar! Me tiene confundida, primero se porta mal, después se porta bien, casi podría decir que es el rey de la amabilidad, más tarde me sale incumpliendo sus promesas a los niños— murmuró con frustración, expresando la confusión que la envolvíaDaniela sentía que si pudiera golpearse a sí misma lo haría. Eso llamaría mucho la atención ¿no es así?Sentada en una silla frente al mar, el entorno natural no podía disipar la tormenta interna que la consumía… No quiso reconocerlo, lo negaría hasta el fin, pero cuando Felipe propuso esta salida se había ilusionado.«¿Cómo pudo hacerme eso a los niños?»«¿Cómo pudo hacerme eso a mí? », pensó— ¿Cómo se hace para dejar de ser una mujer idiota? — se preguntó en un susurro cargado de autorreflexión. La presencia y la ausencia de Felipe, despertaba una lucha interna en ella.La búsqueda de respuestas en internet le parecía en este momento tentador, como si en la pantalla pudiera encontrar la solución a
Capítulo 83 Un hombre con un traje a la medida en una playa— ¿Hermano mayor?— Sí, somos hijos del mismo padre.El niño lo miró confuso.— ¿Otro hermano mayor? ¿Eres hijo de mi padre?— Sí, contándote a ti, somos tres hermanos.— ¿Cómo se llama tu padre?, —la voz del pequeño niño se alzó con desconfianza.Javier siguió sonriendo, esta conversación le parecía divertida. Así que sin responder a su pregunta, él preguntó a su vez. — Dime tu nombre.— Dime primero cómo se llama tu padre — insistió el niño alejándose unos pasos, en posición de alerta. Javier sonrió algo irritado. Aunque en su mente, lo felicito. El niño era feroz. Su hermanito sin duda alguna era un Ortiz.—Bien hecho, hermano pequeño. Desconfiado como todos los Ortiz. Mi padre era Federico Ortiz, y el tuyo, pequeño niño, creo que era el mismo.— ¿Cómo sé que eres mi hermano?—Solo tienes que mirarme. Somos parecidos. Dime, ¿ella es tu mamá? — señaló con el dedo a Daniela.—Ya tengo un hermano mayor. —agregó con desagra