Demon dejó la cajita sobre la encimera de la cocina sin atreverse a abrirla. Apoyó los puños sobre el mármol cerrando los ojos, tratando de respirar y no ahogarse.¡Maldita mujer!Una y mil veces maldita.¿Por qué lo tentaba de esa vil manera? era como una bruja que lo hechizaba a caer en sus redes. Su dulce aroma hacía que su temple flaqueara sin compasión. Ella era una cachorra pero su mente no podía comprenderlo, su cuerpo la necesitaba, necesitaba aplacar el fuego que sentía por ella, por su ser.-No -rugió molesto.¿Por qué lo besaba tan íntimamente? Nunca nadie la había besado aquello era claro pero sin duda lo que lo había descolocado era que la intensidad de su mirada tocó su fuero interior.Subió las escaleras tratando de olvidarla, de olvidar su dulce rostro, de olvidar sus ojos humedecidos pero no hizo más que maldecir.El olor de su piel lo perseguía para torturarlo, ¿Por qué había aceptado traer esa caja con él de todas formas?Sabía que en su interior había galletas s
Estaba tan furiosa y triste que apenas podía seguir en pie, desde que había salido de la casa de Demon no dejaba de pensar en lo estúpida que había sido. ¿Por qué había ido allí de todas maneras?Era por ella que Demon la había alejado siempre, porque ella misma no significaba nada para él como siempre había anhelado, su corazón pertenecía a otra con la cual no podía competir.Violet era una preciosa hembra cambiaformas mientras que ella era solo una sosa humana que besaba el suelo por donde caminaba.Siempre había escuchado que Demon era peligroso aun más con los humanos y ellos no tenían idea de cuánto. Él había tomado su corazón en un puño y se lo había llevado.Aunque ella libremente se lo había ofrecido.Si solo hubiese escuchado a su hermana...Buscó la compañía de los animales de Travis en las jaulas y entró en la de los felinos, para cualquier otra persona hubiese sido un suicidio pero para ella que había crecido rodeada de ellos no, eran las ventajas de nacer dentro del mund
Había fijado los ojos en el hombre equivocado o tal vez había soñado demasiado, desde pequeña siempre había soñado con casarse con un hombre como ellos pero ese sueño se había terminado el día anterior.-Estas muy pensativa y así no me gustas nada, no estás ayudándome preciosa.Con las mejillas sonrojadas alzó la vista hasta Travis quien la observaba con sorna y una ceja arqueada en señal de pregunta.- ¿Alicia ya abandonó el país de las maravillas?Ella se levantó como un resorte avergonzada.- ¡Lo siento Travis! ¿En qué puedo ayudarte?La verdad era que cuando no estaba haciendo algún deber de la escuela a distancias ella le ayudaba a Travis con las bestias y eso siempre le había encantado salvo por la parte de recoger la mierda. Ella misma se había ofrecido después que su hermana fuera reclutada en el mismo, ambas se habían sentido como en casa tras el recibimiento de todos allí pero ella se había sentido tan inútil de no poder hacer nada para trabajar que sencillamente se lo había
Carol esperó a su hermana en la caravana, sabía que Mia practicaba demasiado su rutina debido a que era demasiado perfeccionista pero nunca se había tardado tanto como ese día.-No puedo creerlo -dijo Mia entrando de golpe con cara de espanto.Estaba tan blanca como si hubiera visto un fantasma sumándole que su pelo estaba desordenado.Estuvo a punto de reírse si no fuera porque sabía que su hermana no se revolvía el cabello a menos que estuviese frente a algo que la asustara demasiado.- ¿Qué no puede ser? -preguntó Carol con curiosidad.Mia se encontraba agitada mordiendo su labio pensativa. Carol nunca antes la había visto de esa forma por lo cual se extraño por su comportamiento.- ¡Él! -Respiró hondo y volvió a decir-, él, lo han liberado.La menor de las dos frunció el ceño en confusión.- ¿A quién han liberado?Mia se giró a mirarla como si se encontrara perdida pero después de unos segundos respondió.-A él, al hombre del que te he hablado, al que se cree dueño de mí -Soltó c
Al día siguiente todos en el circo parecía estresados, todos practicaban sus rutinas y Carolina no podía estar más aburrida.Quería hacer algo más que bailar.Bailar siempre se le había dado bien pero no era algo tan extraordinario que llamara la atención, quería algo exótico, ¡Como leer las cartas! Lástima que Mia no la dejara ni siquiera acercarse a ellas.Aburrida volvió a la caravana no sin antes pasar cerca del área de las bestias y desearles buena suerte, siempre hacía eso en las presentaciones y los animales ya parecían esperarla para escucharla decir aquello, aunque la respuesta de Lake era la misma de siempre. Mirarla con indiferencia y volverse a echar.Maldito tigre.Se sentó en su cama y tomó la almohada entre sus manos y de esta sacó el juego de barajas que guardaba como un tesoro.Y realmente para ella lo era pues se lo había obsequiado una persona especial.A ella nunca le había gustado mucho el estudio a decir verdad y adoraba las noches en el circo y las caravanas, t
Temblorosa se colocó su malla bajo la mirada atenta de Olivia, Danae y Minerva, bailarinas también del circo.-Se puede saber ¿Qué te pasa luna rosada? -preguntó la mayor del trío arqueando una ceja.Antes ese podo le habría molestado muchísimo, las chicas la habían llamado de ese modo pues cuando entró al circo e Iraí comenzó a enseñarle a leer las cartas ella se hacía llamar la señorita de la luna pero cuando procedió a leer las cartas a un chico extranjero que le gustaba no pudo hacer más que balbucear y ponerse absolutamente sonrosada.Carol alzó la vista clavándola en Minerva, tan alta como grácil esperaba escucharla sin embargo la única respuesta por parte de Carol fueron sus ojos empañados en lágrimas y enseguida ella la entendió.Ella junto con sus dos hermanas habían escuchado ese par de semanas los relatos románticos de Carolina una y otra vez, Danae como siempre alegaba que estaba siendo una tonta al enamorarse tan perdidamente en un lapso tan corto pues el amor a primera v
Cuando sus ojos se posaron en ella no hubo vuelta atrás.Lucía tan increíblemente hermosa que casi había perdido el aliento al mirarla.Su cabello trenzado hasta la cintura rodeado de flores se veía precioso, sus labios rojos, su dulce rostro ¡Y qué decir de su cuerpo para el pecado! Parecía una pequeña hada provocadora.Su Carol lucía tan arrebatadoramente tentadora que tuvo que gruñirle a los machos a su alrededor quien la miraban fijamente. ¡Ella era suya y nadie más podía mirarla!Los celos nublaron su vista tanto así que se levantó de golpe al verla salir del escenario, iría en su búsqueda, iba a reclamarla y nadie se lo impediría.- ¿Dónde vas Ias? -preguntó con el ceño fruncido Callista al verlo levantarse.-Ah hacer algo muy importante.La hembra humana al parecer le entendió ya que sonrió asintiendo con la cabeza en aprobación.Buscó su olor dentro de las carpas y lo encontró no muy lejos de allí, sonrió con socarronería.Te encontré gatita.Y allí estaba ella, de espaldas a
¡No!Ella no era de él, Demon ya tenía una compañera, debía estar burlándose de ella de una retorcida forma.Lo fulminó con la mirada y se dio la vuelta corriendo detrás de su hermana haciendo chocar su castaño cabello con la mejilla de él.El macho se quedó perplejo ante el arranque de su compañera.No se esperaba que ella le diera la espalda cuando por fin había aceptado que ella le pertenecía, porque lo hacía.Quizás era eso lo que le había hecho darse cuenta de que esa pequeña hembra era suya, su lobo interior era juguetón y adoraba cazar una buena presa ¿Qué mejor que cazar a su hembra?Puedes huir cachorra, pero no te ocultaras eternamente de mí, tu olor me llevará a ti siempre y nadie nunca nos separará.La vio desaparecer en el pasillo y con una sonrisa se apoyó en la pared.- ¡Ias! Estás aquí.El aludido se tensó visiblemente ante la voz de Violet, si bien le había dicho que hablaría con ella no había ido en su búsqueda.Frunció el ceño cuando ella trató de tocarlo y se apart