Había fijado los ojos en el hombre equivocado o tal vez había soñado demasiado, desde pequeña siempre había soñado con casarse con un hombre como ellos pero ese sueño se había terminado el día anterior.-Estas muy pensativa y así no me gustas nada, no estás ayudándome preciosa.Con las mejillas sonrojadas alzó la vista hasta Travis quien la observaba con sorna y una ceja arqueada en señal de pregunta.- ¿Alicia ya abandonó el país de las maravillas?Ella se levantó como un resorte avergonzada.- ¡Lo siento Travis! ¿En qué puedo ayudarte?La verdad era que cuando no estaba haciendo algún deber de la escuela a distancias ella le ayudaba a Travis con las bestias y eso siempre le había encantado salvo por la parte de recoger la mierda. Ella misma se había ofrecido después que su hermana fuera reclutada en el mismo, ambas se habían sentido como en casa tras el recibimiento de todos allí pero ella se había sentido tan inútil de no poder hacer nada para trabajar que sencillamente se lo había
Carol esperó a su hermana en la caravana, sabía que Mia practicaba demasiado su rutina debido a que era demasiado perfeccionista pero nunca se había tardado tanto como ese día.-No puedo creerlo -dijo Mia entrando de golpe con cara de espanto.Estaba tan blanca como si hubiera visto un fantasma sumándole que su pelo estaba desordenado.Estuvo a punto de reírse si no fuera porque sabía que su hermana no se revolvía el cabello a menos que estuviese frente a algo que la asustara demasiado.- ¿Qué no puede ser? -preguntó Carol con curiosidad.Mia se encontraba agitada mordiendo su labio pensativa. Carol nunca antes la había visto de esa forma por lo cual se extraño por su comportamiento.- ¡Él! -Respiró hondo y volvió a decir-, él, lo han liberado.La menor de las dos frunció el ceño en confusión.- ¿A quién han liberado?Mia se giró a mirarla como si se encontrara perdida pero después de unos segundos respondió.-A él, al hombre del que te he hablado, al que se cree dueño de mí -Soltó c
Al día siguiente todos en el circo parecía estresados, todos practicaban sus rutinas y Carolina no podía estar más aburrida.Quería hacer algo más que bailar.Bailar siempre se le había dado bien pero no era algo tan extraordinario que llamara la atención, quería algo exótico, ¡Como leer las cartas! Lástima que Mia no la dejara ni siquiera acercarse a ellas.Aburrida volvió a la caravana no sin antes pasar cerca del área de las bestias y desearles buena suerte, siempre hacía eso en las presentaciones y los animales ya parecían esperarla para escucharla decir aquello, aunque la respuesta de Lake era la misma de siempre. Mirarla con indiferencia y volverse a echar.Maldito tigre.Se sentó en su cama y tomó la almohada entre sus manos y de esta sacó el juego de barajas que guardaba como un tesoro.Y realmente para ella lo era pues se lo había obsequiado una persona especial.A ella nunca le había gustado mucho el estudio a decir verdad y adoraba las noches en el circo y las caravanas, t
Temblorosa se colocó su malla bajo la mirada atenta de Olivia, Danae y Minerva, bailarinas también del circo.-Se puede saber ¿Qué te pasa luna rosada? -preguntó la mayor del trío arqueando una ceja.Antes ese podo le habría molestado muchísimo, las chicas la habían llamado de ese modo pues cuando entró al circo e Iraí comenzó a enseñarle a leer las cartas ella se hacía llamar la señorita de la luna pero cuando procedió a leer las cartas a un chico extranjero que le gustaba no pudo hacer más que balbucear y ponerse absolutamente sonrosada.Carol alzó la vista clavándola en Minerva, tan alta como grácil esperaba escucharla sin embargo la única respuesta por parte de Carol fueron sus ojos empañados en lágrimas y enseguida ella la entendió.Ella junto con sus dos hermanas habían escuchado ese par de semanas los relatos románticos de Carolina una y otra vez, Danae como siempre alegaba que estaba siendo una tonta al enamorarse tan perdidamente en un lapso tan corto pues el amor a primera v
Cuando sus ojos se posaron en ella no hubo vuelta atrás.Lucía tan increíblemente hermosa que casi había perdido el aliento al mirarla.Su cabello trenzado hasta la cintura rodeado de flores se veía precioso, sus labios rojos, su dulce rostro ¡Y qué decir de su cuerpo para el pecado! Parecía una pequeña hada provocadora.Su Carol lucía tan arrebatadoramente tentadora que tuvo que gruñirle a los machos a su alrededor quien la miraban fijamente. ¡Ella era suya y nadie más podía mirarla!Los celos nublaron su vista tanto así que se levantó de golpe al verla salir del escenario, iría en su búsqueda, iba a reclamarla y nadie se lo impediría.- ¿Dónde vas Ias? -preguntó con el ceño fruncido Callista al verlo levantarse.-Ah hacer algo muy importante.La hembra humana al parecer le entendió ya que sonrió asintiendo con la cabeza en aprobación.Buscó su olor dentro de las carpas y lo encontró no muy lejos de allí, sonrió con socarronería.Te encontré gatita.Y allí estaba ella, de espaldas a
¡No!Ella no era de él, Demon ya tenía una compañera, debía estar burlándose de ella de una retorcida forma.Lo fulminó con la mirada y se dio la vuelta corriendo detrás de su hermana haciendo chocar su castaño cabello con la mejilla de él.El macho se quedó perplejo ante el arranque de su compañera.No se esperaba que ella le diera la espalda cuando por fin había aceptado que ella le pertenecía, porque lo hacía.Quizás era eso lo que le había hecho darse cuenta de que esa pequeña hembra era suya, su lobo interior era juguetón y adoraba cazar una buena presa ¿Qué mejor que cazar a su hembra?Puedes huir cachorra, pero no te ocultaras eternamente de mí, tu olor me llevará a ti siempre y nadie nunca nos separará.La vio desaparecer en el pasillo y con una sonrisa se apoyó en la pared.- ¡Ias! Estás aquí.El aludido se tensó visiblemente ante la voz de Violet, si bien le había dicho que hablaría con ella no había ido en su búsqueda.Frunció el ceño cuando ella trató de tocarlo y se apart
Carol esperó a Mia y Travis con el corazón roto y absolutamente confundido.¿Qué habían sido esas palabras de Demon de que ella le pertenecía?No había creído que él fuera tan cruel como para lastimarla de esa forma.Absorta en sus pensamientos solo pudo escapar de ellos cuando Travis carraspeó a su lado haciéndose notar, entonces caminaron a las caravanas donde encontraría su refugio perfecto para descargar su rabia y pena.*Mia no podía dejar que Demon le quitara a su hermana.Carol era lo único que le quedaba y había prometido a su madre en su lecho de muerte que cuidaría de ella, era su deber.¡Además ella era muy pequeña para él!El macho debía tener al menos unos veintisiete años es decir que le llevaba diez años...-Te estás comportando como la bruja del cuento.Miró a Travis sorprendida y él solo le sonrió con suspicacia.- ¿De qué hablas? -Balbuceó pero ella entendía muy bien de que iba.- ¿Por qué le dijiste eso a Carolina? ¿Por qué te desmayaste cuando estabas con el cambi
Después de cubrirse la cara con un hiyab de Mina y rociarse con un perfume de vainilla pese a las reglas de la manada que específicamente decía que nadie podía usar olores fuertes debido al buen olfato de los cambiaformas, Mia aprovechó a salir de la caravana, no le gustaba salir de esa forma pero era lo que debía hacer sino quería tener a su alrededor al hombre que había decidido que era suya y que la encontraba en cualquier lugar.No quería toparse ni con él no con ningún otro que no fuera Demon.Mía apretó los dientes mientras que en su cabeza repetía una y otra vez que aquello lo hacía por Carolina, para que ella no sufriera.- ¿Dónde está él? -preguntó al hombre que encontró en su casa con el ceño fruncido.- ¿Por qué debería decírtelo? -Azuzó él con ojos salvajes que la hicieron retroceder en alerta.Sin embargo cuando él sonrió mostrando sus hoyuelos automáticamente Mia supo que el hombre no era de temer, se estaba burlando de ella.-Dímelo.- ¿Estás interesada en él linda hemb