Temblorosa se colocó su malla bajo la mirada atenta de Olivia, Danae y Minerva, bailarinas también del circo.-Se puede saber ¿Qué te pasa luna rosada? -preguntó la mayor del trío arqueando una ceja.Antes ese podo le habría molestado muchísimo, las chicas la habían llamado de ese modo pues cuando entró al circo e Iraí comenzó a enseñarle a leer las cartas ella se hacía llamar la señorita de la luna pero cuando procedió a leer las cartas a un chico extranjero que le gustaba no pudo hacer más que balbucear y ponerse absolutamente sonrosada.Carol alzó la vista clavándola en Minerva, tan alta como grácil esperaba escucharla sin embargo la única respuesta por parte de Carol fueron sus ojos empañados en lágrimas y enseguida ella la entendió.Ella junto con sus dos hermanas habían escuchado ese par de semanas los relatos románticos de Carolina una y otra vez, Danae como siempre alegaba que estaba siendo una tonta al enamorarse tan perdidamente en un lapso tan corto pues el amor a primera v
Cuando sus ojos se posaron en ella no hubo vuelta atrás.Lucía tan increíblemente hermosa que casi había perdido el aliento al mirarla.Su cabello trenzado hasta la cintura rodeado de flores se veía precioso, sus labios rojos, su dulce rostro ¡Y qué decir de su cuerpo para el pecado! Parecía una pequeña hada provocadora.Su Carol lucía tan arrebatadoramente tentadora que tuvo que gruñirle a los machos a su alrededor quien la miraban fijamente. ¡Ella era suya y nadie más podía mirarla!Los celos nublaron su vista tanto así que se levantó de golpe al verla salir del escenario, iría en su búsqueda, iba a reclamarla y nadie se lo impediría.- ¿Dónde vas Ias? -preguntó con el ceño fruncido Callista al verlo levantarse.-Ah hacer algo muy importante.La hembra humana al parecer le entendió ya que sonrió asintiendo con la cabeza en aprobación.Buscó su olor dentro de las carpas y lo encontró no muy lejos de allí, sonrió con socarronería.Te encontré gatita.Y allí estaba ella, de espaldas a
¡No!Ella no era de él, Demon ya tenía una compañera, debía estar burlándose de ella de una retorcida forma.Lo fulminó con la mirada y se dio la vuelta corriendo detrás de su hermana haciendo chocar su castaño cabello con la mejilla de él.El macho se quedó perplejo ante el arranque de su compañera.No se esperaba que ella le diera la espalda cuando por fin había aceptado que ella le pertenecía, porque lo hacía.Quizás era eso lo que le había hecho darse cuenta de que esa pequeña hembra era suya, su lobo interior era juguetón y adoraba cazar una buena presa ¿Qué mejor que cazar a su hembra?Puedes huir cachorra, pero no te ocultaras eternamente de mí, tu olor me llevará a ti siempre y nadie nunca nos separará.La vio desaparecer en el pasillo y con una sonrisa se apoyó en la pared.- ¡Ias! Estás aquí.El aludido se tensó visiblemente ante la voz de Violet, si bien le había dicho que hablaría con ella no había ido en su búsqueda.Frunció el ceño cuando ella trató de tocarlo y se apart
Carol esperó a Mia y Travis con el corazón roto y absolutamente confundido.¿Qué habían sido esas palabras de Demon de que ella le pertenecía?No había creído que él fuera tan cruel como para lastimarla de esa forma.Absorta en sus pensamientos solo pudo escapar de ellos cuando Travis carraspeó a su lado haciéndose notar, entonces caminaron a las caravanas donde encontraría su refugio perfecto para descargar su rabia y pena.*Mia no podía dejar que Demon le quitara a su hermana.Carol era lo único que le quedaba y había prometido a su madre en su lecho de muerte que cuidaría de ella, era su deber.¡Además ella era muy pequeña para él!El macho debía tener al menos unos veintisiete años es decir que le llevaba diez años...-Te estás comportando como la bruja del cuento.Miró a Travis sorprendida y él solo le sonrió con suspicacia.- ¿De qué hablas? -Balbuceó pero ella entendía muy bien de que iba.- ¿Por qué le dijiste eso a Carolina? ¿Por qué te desmayaste cuando estabas con el cambi
Después de cubrirse la cara con un hiyab de Mina y rociarse con un perfume de vainilla pese a las reglas de la manada que específicamente decía que nadie podía usar olores fuertes debido al buen olfato de los cambiaformas, Mia aprovechó a salir de la caravana, no le gustaba salir de esa forma pero era lo que debía hacer sino quería tener a su alrededor al hombre que había decidido que era suya y que la encontraba en cualquier lugar.No quería toparse ni con él no con ningún otro que no fuera Demon.Mía apretó los dientes mientras que en su cabeza repetía una y otra vez que aquello lo hacía por Carolina, para que ella no sufriera.- ¿Dónde está él? -preguntó al hombre que encontró en su casa con el ceño fruncido.- ¿Por qué debería decírtelo? -Azuzó él con ojos salvajes que la hicieron retroceder en alerta.Sin embargo cuando él sonrió mostrando sus hoyuelos automáticamente Mia supo que el hombre no era de temer, se estaba burlando de ella.-Dímelo.- ¿Estás interesada en él linda hemb
-Cuando finalmente estoy de tu parte e ideo un plan para que mi hermanita caiga entre tus brazos vas a cenar con esa perra que cree que le perteneces junto con su familia en plan de pareja feliz.Demon la miró como si hubiera perdido la cabeza para después darle la bienvenida a una sonrisa brillante.-Estas loca.Mia frunció el ceño indignada antes de golpear el brazo de él.- ¡Respeta a tu cuñada! Pero Demon tuvo la osadía de sonreír aún más y abrazarla, abrazo que por supuesto no duró demasiado gracias a Mia.- ¿Vas a ayudarme con mi compañera?-Aún no es tu compañera Clifford, y mucho menos lo será si sigues detrás de Cleo.Fue el turno de fruncir el ceño Wraith, no entendía lo que la pequeña humana quería decir.-Quiero decir que esa junta tuya con Violet está confundiendo y haciendo daño a Diana Carolina.*Era agradable estar con Tanner.El macho era respetuoso, divertido ¡Y no la llamaba cachorra!Para él era una mujer, no una niñita de la cual alejarse.Demon la había lastima
Durante unas horas se mantuvo perdida en sus pensamientos, ¿Cómo es que Ias había adivinado que sus flores favoritas eran los tulipanes? Alguien tendría que habérselo dicho pero sospechosamente su hermana era la única que lo sabía.¿Se lo había dicho Mia?Lo dudaba, en más de una ocasión su hermana le había dicho que la quería lejos de él, ¿Por qué entonces le ayudaría?Cuando la puerta de la entrada sonó haciéndole ver que su hermana mayor había regresado, se levantó de un salto dejando en su cama el ramo que tenía en las manos y se encontró con Mia quien sonrió con una pregunta marcada en su rostro al ver la picardía en las fracciones de su hermanita.- ¿Qué pasa? Sabes que puedes decirme lo que sea -azuzó Mia curiosa-, en serio lo que sea.-Tú también a mí, ¿No tienes algo que decirme querida hermana mayor? Algo que involucre a un macho felino con cola.Enseguida su rostro se tornó serio fulminándola con la mirada.- ¿De qué estás hablando? Yo me refería a Napoleón.Fue el turno de
Mia llegó y pudo divisar a Demon entre los matorrales mirando fijamente hacia la caravana, su rostro estaba descompuesto y sus fracciones estaban llenas de furia, sus manos estaban apretadas en dos puños.- ¿Estás vigilando a mi hermana? Pero él no respondió, parecía más colérico con cada segundo que pasaba.- ¿Qué pasó ayer después de todo? Carol no me dijo nada.- ¡Me botó de su caravana! -gruñó él haciendo sobresaltar a Mia-, ¡Y al maldito Tanner también pero ahora él está allí con ella, puedo olerlo! ¡Y también puedo oler la alegría de mi hembra al estar con él! ¡Voy a matarlo! Salió de entre los matorrales con un aspecto siniestro que la hizo temblar de pies a cabeza, Mia corrió hasta colocarse delante de Demon y posicionado sus manos en su pecho para detenerlo pero no consiguió nada más que Demon se apartara de su toque como si Mia estuviese de alguna manera enferma.Casi se sintió ofendida pero se limitó a hablar.-No vas a ir allí, o por lo menos no de ese modo, vamos a plan