Todos los capítulos de La esposa consentida del jefe De Falco: Capítulo 21 - Capítulo 27
27 chapters
Capítulo 20. La transformación medida, de una mujer a una Diosa. 2.
Coorah. Crucero Sovereing, de Pullmantur, Mediterráneo Occidental, 2024. -” ¿Quéee? ¡Maldito cabrón! ¿Podemos darle una paliza? ¡Dime que podemos darle una paliza! Con una llamada a un amigo que tengo en una empresa de seguridad internacional, dos especialistas se encargaran de todo de forma discreta.”- me dijo y tuve que parar su mal genio, porque muy probablemente lo hubiera hecho. -” No hace falta, al contrario, gracias a ese idiota he conocido a un italiano buenorro, con cuerpo de infarto, y ojos alucinantemente azules. Y por cierto que besa como lo ángeles, y te enciende como si viviera en el infierno.”- le dije con sinceridad, enluciendo contarle lo del pacto. -” ¿Dime que no te has inventado nada, para evitar que acabé con ese medicucho?”- me dijo. -” No, te lo prometo anoche dormí con él, en mi camarote, y casi no me puedo levantar esta mañana”- le dije eludiendo los matices de que él durmió en el suelo, además de que la única parte de su cuerpo que toqué fue su brazo, ad
Leer más
Capítulo 21. Confusión entre realidad y ficción.
Fazio. Crucero Sovereing, de Pullmantur, Mediterráneo Occidental, 2024. Sabía que tenía que reaccionar, o al menos eso me decía, me habían educado para estar siempre preparado, siempre alerta, pasara lo que pasara, y por muchas distracciones que tuviera. Pero claro a mis casi treinta años de vida, nunca había visto como una quimera, una deidad irreal, e idílica, del más puro deseo carnal de muchos hombres, entre ellos yo, se materializará ante mis ojos, y la de todos los hombres que estábamos ahora en ese bar. El shock era tan grande, que seguro, muchos de ellos querían pellizcarse para ver si no estaban metidos en uno de esos sueños húmedos, que solemos tener, cuando somos adolescentes. Podía ser muy posible, que estuviera soñando, si no, como podía explicarse que, para mí, esa diosa de curvas escandalosamente prohibidas brillara en una especie de nebulosa, como si de pronto, un foco la enfocara sólo a ella, y oscureciera a todas las demás. Hasta su forma de caminar, para acer
Leer más
Capítulo 22. La segunda noche, antes del último día.
Coorah. Crucero Sovereing, de Pullmantur, Mediterráneo Occidental, 2024. -” Buenas noches, señora y señor, Machado, señora y señor Wilson, señor y señora Helman, y finalmente deseo saludar a la señorita Bell y Señor Basterra, ya que en la primera noche no los conocí, como a los otros comensales. Soy Marck, el camarero que se encargará de servirles en las cenas, durante todo el viaje. Si desean algo en especial sólo tiene que pedírmelo.”- nos dijo un hombre alto, con ciertos rasgos hindúes, muy sonriente, y educado, que hablaba perfectamente el español, al igual que otros idiomas, de hecho, se dirigía, a cada pareja de comensales que estaba sentado en nuestra mesa, en propio su idioma. A nosotros, lógicamente, nos habló en español. En nuestra mesa, y durante todo el viaje, estaríamos sentados con los mismos comensales, e íbamos a ser atendido por el mismo camarero, algo que me hizo darme cuenta del problema que tendría en las tres noches siguientes, cuando Fazio abandonara el viaje
Leer más
Capítulo 23. Un recuerdo que determina una decisión.
Fazio. Crucero Sovereing, de Pullmantur, Mediterráneo Occidental, 2024. -” ¡Vete a verla, solo tú, gilipollas!, ¡y ni me sigas, estúpido!”- le oí decirme antes de desaparecer, furiosa. Era la segunda vez en mi vida, y también, menos de veinticuatro horas, que una persona que no fuera mis hermanas mayores me insultaba a la cara, mandándome a la mierda, por norma general todo el mundo a mi alrededor suele ir con pies de plomo, ni se le pasa por la mente ofenderme, de la manera que sea, incluso cuando me hice pasar por Fazio Parisi, sólo por tener esta aura de seria frialdad, decisión, y peligro, hacía que, hasta mis “jefes directos”, tuvieran mucho cuidado de no cruzar ciertas líneas. Así que era hasta refrescante que la que iba a ser mi mujer, no tuviera miedo de decirme por donde me podía meter mi arrogancia. Hasta a ahora ninguna mujer que he tenido cerca, se ha mostrado abierta y sincera a mi lado, algunas simplemente me temían, y ni siquiera me miraba a la cara, mientras tenía
Leer más
Capítulo 24. Antes de un paseo accidentado.
Fazio. Crucero Sovereing, de Pullmantur, Batía, Córcega. 2024. Un pitido en mi móvil, y años entrenamiento para estar alerta ante cualquier ruido, me hizo despertarme justos cuando ya habíamos atracado en el puerto de Batía, y antes de que despertara mi futura esposa. Durante la noche aprendí algo que me serviría más adelante, en mi matrimonio, y que me costó que apenas durmiera unas horas, despertándome en varias ocasiones con patadas, o golpes que me arrinconaban a un lado, y todo por culpa de mi inquieta compañera de cama, esta valiosa lección consistía en que cuanto más mantenía a esa salvaje bella durmiente entre mis brazos, con su cabeza pegada a mi pecho, menos se movía, e inquieta se mostraba. Tras una noche incomoda, con cierto dolor muscular en mis brazos, decidí levantarme para mirar el móvil, y evitarme otro enfrentamiento, con la beligerante cirujana, por colarme en su cama, mientras dormía. Cuando revisé mi teléfono, me di cuenta de que era un mensaje de mi cuñado
Leer más
Capítulo 25. Un plan meditado y un ataque sorpresivo. Parte 1.
Coorah. Bar Restaurante Point de vue de Délices, Batía, Córcega. 2024. -” ¿Podemos hablar de cómo resolveremos el que mañana desaparezcas del barco? Dijiste que tenías un plan, pero hasta ahora no has soltado prenda, “Cariño” ¿No crees ya es hora?”- pregunté al fin, mientras almorzábamos en un precioso restaurante, con vistas al mar, que estaba en lo alto de una de las colinas que rodeaba Batía, y que ofrecía unas vistas espectaculares de la bahía, y del propio Batía. La verdad es que no había pensado en ello, hasta que noté que estaba disfrutando de nuestra pequeña excursión, por el precioso pueblo costero de la bella Córcega. Algo que hacía años que no me pasaba con el verdadero Carlos, y por varias razones. La principal era porque vivíamos a cientos de kilometros uno de otro, por no hablar de que ya había descubierto el por qué, cuando lo iba a visitar, estaba tan “ocupado”, según él, “con su trabajo”. Lo que más me había sorprendido de todo, es lo que me estaba pasando, desde
Leer más
Capítulo 26. Un plan meditado y el inicio de un ataque sorpresivo. Parte 2.
Coorah. Bar Restaurante Point de vue de Délices, Batía, Córcega. 2024. Pero algo pasó que hizo que la expresión de su cara cambiara, de pronto se puso serio alejándose de mí, incorporándose de la mesa, mientras cogía su móvil, fue en ese momento cuando me di cuenta de que ese maldito aparato estaba sonando. -” Dios mío que demonios te pasa, tienes que tener un problema hormonal o algo, tantos años si sexo te tienen desquiciada, ¿Cómo demonios puedes quedarte así, embobada y babeando, deseando que hombre que apenas conoces de hace dos días, vuelva a devorar tu boca? ¡Estás enferma!”- me dije mientras disimulaba mirar el paisaje, eludiendo al hombre que hablando bajo en italiano, comenzó a alejarse de la mesa, hasta desaparecer, al mismo tiempo que yo trataba de controlar la rojes de mis mejillas, antes de que terminara llena de pecas incomodas. Tarde unos segundos en volver a recomponerme, mientras buscaba una forma de comportarme con madures, era normal desear a un hombre tan atra
Leer más
Escanea el código para leer en la APP