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43 chapters
Caminos separados
La ciudad de París se desplegaba ante Bianca como un lienzo interminable de posibilidades. Desde la ventana de su nuevo apartamento, observaba las luces de la Torre Eiffel parpadeando a lo lejos. Había llegado hacía solo unas semanas, pero ya sentía el peso de la soledad. Había soñado con esta oportunidad, trabajar como curadora en un prestigioso museo, pero no podía negar que algo faltaba: Luca.Cada mañana caminaba hasta el museo, tratando de encontrar consuelo en su trabajo. Su oficina estaba llena de obras de arte que esperaba exponer algún día, pero su mente a menudo vagaba hacia Milán. Sus colegas eran amables, y su jefa, una mujer sofisticada llamada Claudine, la había tomado bajo su ala. Sin embargo, el bullicio del arte no lograba llenar el vacío que sentía.Mientras tanto, Luca se encontraba en una encrucijada. Había comenzado a transformar su org
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EL Pasado Regresa
El bullicio de París había comenzado a sentirse familiar para Bianca, pero su mente seguía dividida. Aunque disfrutaba su trabajo en el museo, las largas noches en soledad le recordaban cuánto extrañaba a Luca. Fue en una de esas tardes lluviosas, mientras revisaba documentos en su oficina, que alguien inesperado tocó la puerta: Stefano.—Bianca —dijo con una sonrisa suave y calculada—, pensé que nunca volvería a verte.Ella lo miró con incredulidad, sin saber cómo había llegado allí. Su primera reacción fue cerrar la puerta, pero algo la detuvo. Quizá era la curiosidad, quizá el resentimiento que aún guardaba por su intromisión en el pasado.—¿Qué haces aquí? &
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La Tentación del Abismo
Luca caminaba por las calles de Milán al atardecer, sintiendo cómo las sombras del pasado comenzaban a cerrarse sobre él una vez más. Había trabajado meses para construir una vida legítima, pero los desafíos seguían acumulándose. Algunos de sus aliados más antiguos estaban impacientes, murmurando que su liderazgo había perdido fuerza desde que decidió abandonar el mundo criminal.—Necesitamos tomar decisiones, Luca —dijo Marco, mientras ambos compartían una copa de vino en la pequeña oficina de Luca—. Cesare puede estar debilitado, pero no está acabado. Si no damos un golpe pronto, los hombres comenzarán a dudar de ti.Luca apretó los dientes, sintiendo la presión como un peso insoportable sobre sus hombros. Había pr
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