Mucho, poquito o nadaEn los meses de agosto y septiembre, sé que se celebran muchas fechas especiales de amor y amistad. Sin embargo, para Keila, estos meses representaban algo diferente. Eran un tiempo en el que, de alguna manera, David parecía notarla por primera vez. En su mente y en sus encuentros resonaba la frase de aquella canción: "Me quiere mucho, poquito o nada".Cada encuentro con él estaba cargado de emociones contradictorias, como si las expectativas estuvieran siempre en juego.Voy a contarles algunos detalles que ilustran a qué me refiero con la frase “mucho, poquito y nada”, para que me entiendan un poco más, queridos lectores…- Mucho:Un día, como les comenté en el capítulo anterior con más profundidad, David felicitó a Keila por su graduación. A ella no le pareció mal, pero sí le resultó un poco extraño que, después de meses de solo cruzarse y nunca pronunciar su nombre en voz alta, él le hablara por primera vez. Como dijeron todos: por fin hubo diálogos entre esto
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