Cuando Fernanda recibió el alta médica, una mezcla de sentimientos la invadió.Estaba exhausta, agotada no solo por la enfermedad que la había arrastrado al hospital, sino también por las dudas y miedos que la acechaban constantemente.Matías, al verla tan frágil, no dudó ni un segundo en cargarla en sus brazos al salir del hospital. Ella lo miró sorprendida, queriendo resistirse a su gesto, pero en su estado no tenía fuerzas ni para protestar.—No hace falta, Matías, no es necesario —susurró, casi sin fuerzas, pero él simplemente la ignoró y la levantó con suavidad, como si de una niña pequeña se tratara.Fernanda no pudo evitar sentirse vulnerable, pero se obligó a no pensar en eso. Su mente estaba saturada de pensamientos contradictorios.Al llegar a la casa, el mismo gesto se repitió. Matías, sin darle opción, la cargó nuevamente en sus brazos, un gesto que, para ella, ahora, solo reflejaba la compasión de un hombre que ya no la amaba.Cuando finalmente llegaron a la habitación, la
Ler mais