—Diego, huye y vete de Bandon, ¡ahora!Leila sopesó sus opciones y dijo de repente, con ojos inequívocamente ansiosos.Diego dijo tranquilamente: —¡No creo que sea necesario!Leila estaba furiosa: —Estás en problemas, ¿entiendes? ¿Cómo que no es necesario?Diego la miró con una fría sonrisa: —¿Y? ¿Crees que he metido a tu familia en problemas?—¿Acaso no es así?Una pregunta retórica que hizo que Diego se atragantara por completo.Azucena se adelantó y tiró de Leila. —Leila, vámonos de aquí, todo el lío lo ha causado este cabrón, no tiene nada que ver con nosotros, venga, vámonos.Jorge también instó: —Leila, vámonos. Héctor vuelve mañana del extranjero, así que nos ayudará a solucionarlo, y el Grupo Jerano no se verá arrastrado.Al oír eso, Leila se apresuró a decir: —Cierto, Héctor vuelve mañana, y con él interviniendo, seguro que todo saldrá bien.Miró a Diego con expresión acomplejada: —Diego, huye, y no te preocupes, le pediré a Héctor que intervenga y calme la ira de Luis, y no t
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