36. Mi principessa
Me levantaba con pesades siendo invadida por el olor de Derek. Anoche compartí la cama con un hombre de verdad por primera vez, ya que comparado con él, Trevon parecía un pequeño niño. Aunque no realizamos ninguna actividad sexual, simplemente al estar junto a él, experimenté una sensación de sumisión. La sola presencia de él me imponía, me rendía, y por vez primera deseé entregarme a un hombre. Al sentarme en la cama, una sensación de melancolía me invadió al notar la ausencia de Derek, quien no se encontraba a la vista. Sin poder resistirlo, inhalaba el aroma de sus sábanas. Un aroma varonil tan intenso, cautivador y enloquecedor que, sin poder contenerme, solté un suave suspiro. Mis piernas temblaron como si pudieran visualizarse encima de él. Mientras mis labios eran ligeramente mordidos, percibí una suave humedad en ellos. El timbre de mi teléfono resonó en mis oídos, como si fuera una travesura infantil que me sorprendió. Al comprobar, encontré un mensaje de Derek indicando que
Leer más