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Aún era sujetada por Derek el cual no dejo de caminar hasta que llegábamos a la sala de subasta donde ya estaban preparando todo. Trataba de borrar de mi mente lo sucedido, ya que mi única meta al asistir a esa subasta era diferente. En la sala de subastas se respiraba un ambiente cargado de emoción, mientras un suave murmullo de anticipación se extendía entre los presentes. Las suaves luces destacaban las obras en exhibición, cada una más impresionante que la anterior, mientras el bullicio de los ofertantes sonaba como una melodía fascinante. Derek me soltaba con delicadeza y al verme sus ojos se agudizaron. —Pequeña gatita, en que piensa.Observaba de soslayo a mi alrededor, mi pensamiento estaba en otro lugar, centrado en una única persona: Miler Hill.—Debería estar Miler aquí. Si el no está aquí venir fue una pérdida de tiempo.—Tranquilízate, gatita pequeña, lo encontraremos juntos.Entre la muchedumbre, me abrí paso notando cómo los trajes de alta costura rozaban mi piel y el a
En la habitación se percibía una atmósfera densa, llena de tensión y anticipación. Se escuchaban susurros en el aire y las miradas dirigidas a Giovanni y Derek reflejaban que se estaba gestando un ambiente hostil. Las intensas luces del candelabro destacaban el collar expuesto en el centro, un diseño sofisticado que brillaba con un juego de luces que casi parecía bailar con el ambiente misterioso. Derek y Giovanni competían en un enfrentamiento sin palabras, una lucha de orgullos y determinaciones.Fue Giovanni quien decidió romper la quietud. Mostrando una sonrisa valiente, alzó su mano. —Tres millones de dólares. Mostraba una actitud traviesa, casi desafiante. No pude evitar sentir que estaba intentando jugar con fuego, mirando a Derek de manera desenfadada, como si estuviera disfrutando del colocar a Derek en un juego donde el era el único entretenido.La sala, llena de anticipación, quedó sumida en un completo silencio. Derek acaparaba todas las miradas, mostrando un semblante
Sus dedos se movían hábilmente dentro de mí, controlando cada movimiento. Mis gemidos, susurros y lamentos se vieron silenciados por el apasionado beso que me dio. Mi intimidad respondía a sus caricias, se moldeaba a su contacto, mi excitación era tan intensa que resultaba incontrolable. Experimenté un escalofrío intenso que recorrió todo mi ser. Experimentaba cómo mi cuerpo se iba transformando lentamente, como si fuera una bola de nieve que se va agrandando. Mi respiración se aceleraba mientras nos besábamos, sus caricias me sumían por completo a su dominio. La estimulación que me brindaba me preparaba por completo para él, a medida que descubría cada rincón de mi cuerpo que poco a poco se volvía suyo sin que yo lo notara. —Eloise —rugio de manera abismal. Escuche un leve sonido de zíper abrirse siendo cargada de manera rapida— Soy tu dueño —me acomodaba a su entrada— ¿Entiendes? No permitiré que ningún otro hombre te mire aparte de mí.Sin darme tiempo para contestar, simplemen
A través de la ventana de la habitación de Derek, la luz filtrada bañaba de una calidez deliciosa la habitación, iluminando el cuarto con un resplandor matutino y acogedor. Una habitación de colores sobrios que se notaba que pertenecía a un hombre soltero. Desperté poco a poco, experimentando una combinación de placer y agotamiento a medida que los recuerdos de la noche anterior inundaban mi mente. Durante un instante, dejé de lado la realidad y todo lo que existía más allá de esas cobijas desordenadas. Derek seguía descansando a mi lado, la chispa juguetona aun en sus sueños en su expresión me sacó una sonrisa.Me acomodé junto a él, deleitándome con el calor de su piel. Inhalaba con suavidad, y su fragancia natural me aniquilaba además de que me cautivaba. Al sentirme en sus brazos, un suspiro de felicidad escapó de mis labios, sintiéndome completamente resguardada. Con un movimiento ligero, abrió sus ojos y con sus manos me atrajo hacia el. Bostezo ligeramente somnoliento dedicándom
El ascensor se detuvo con un suave chirrido, y la puerta se abrió revelando a Trevon, con esa expresión arrogante que solía llevar como un escudo que se puso en cuanto me vio. Se aproximó hacia mí con la elegancia de un halcón que se abalanza sobre su presa, observandome con desdén, su voz sonando con un tono punzante. —Aquí estabas, pequeña cucaracha, intentando llamar mi atención con tus planes mediocres según me dijo Alex —su tono era totalmente ególatra rebosando un aire de satisfacción en su rostro. Pero antes de que pudiera responderle, Benjamín se interpuso entre nosotros, como un muro. Miré su figura imponente, y dejé escapar una risa por lo bajo. —Benjamín muévete, yo me encargo —le di un leve toque con la mano, moviéndolo a un lado algo que el acepto sin rechistar, como si fuera una orden del cielo. Mi mirada árida se concentraba en Trevon — ¿De verdad crees que eres necesario aquí? Lo único que está hediondo y repugnante es tu presencia. No sirves para lo negocios, no si
El aroma del pescado llenaba la cocina, pero en aquel momento, la fragancia se desvanecía. Mi atención estaba completamente enfocada en Derek, a quien observaba de reojo. Sus brazos me envolvían con mayor intensidad, su nariz se deslizaba suavemente por mi cuello, causándome un ligero estremecimiento que recorrió todo mi ser. Esa acción, aunque sencilla, contenía una significancia que me resultaba imposible pasar por alto. —Eloise —susurró, su voz suave y convincente—. A pesar de que nuestra relación es falsa, y de que soy tu falso prometido, yo te quiero a ti. Las palabras que pronunció resonaron en el vacío, resonando en mis pensamientos. Pero, como si hubiera espectado ese momento, la parte de mí que siempre había sido prudente salió a la luz.—No sabes lo que quieres, Derek. Solamente te sientes así porque tuvimos un buen sexo. —le respondí con una mezcla de confusión pues su pequeña frase comenzó a revelar miles de pensamientos en mi. Experimentaba una intensa mezcla de emocione
Derek MontenegroEsa mañana, acariciaba suavemente el cabello de Eloise en círculos. Adoraba tenerla para mi, la mantendría para mi sin importar que tuviera que hacer. Anoche tuvimos una noche espectacular, no solo fue carnal si no que hubo un toque más especial. Nunca había sentido eso con nadie más, ni siquiera con quien pensé era el amor de mi vida Sarah. La escuche ronronear ligeramente algo que me hizo sonreír. El sonido del teléfono resonaba, lo atendí de inmediato para no interrumpir el sueño profundo de Eloise, quien descansaba plácidamente. Al leer el mensaje, dejé escapar un suspiro suave... todo esto se tornaría más complicado de lo que pensaba. Tras Benjamín llegar a mi domicilio, al cual deje en la sala para que vigilara a Eloise me dirigí hacia mi destino.Bajé las escaleras hacia el bunker, un lugar que había forjado con lujo y miedo, donde los ecos de mis decisiones reverberaban más fuerte que los latidos de cualquier corazón. Mientras mis cómplices se desplazaban i
La sala estaba iluminada por el suave resplandor de las luces de laza. La luz iluminaba de manera intensa las piezas del monopolio esparcidas por la mesa, estaba disfrutando del momento de distracción que Benjamín me había proporcionado. Estaba sumamente aburrida pues al despertar el estaba ya en la sala, asi que lo obligue a que compráramos un Monopolio para distraerme. Había sugerido esa idea, ya que no tenía muchos momentos de diversión en mi juventud con mi hermanos ya que siempre estaban ocupados, anteriormente en mi vida solo me dedicaba a estudiar para convertirme en un peón en el matadero de mi padre para atrapar a un hombre que le conviniera. Llevábamos un rato jugando, y había que admitir que Benjamín era un .—Francamente, Benjamín, parece que pegas muy bien cuando se trata de defender algo, pero, por Dios, ¡eres pésimo jugando! —hablaba con una enorme sonrisa en el rostro y un tono sarcástico. Al escuchar lo que le dije, Benjamín frunció levemente el ceño antes de con