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Abria la puerta de la casa de Derek lo mire de reojo notando como su piel estaba pálida y dos manchas de sangre en su camisa además de los agujeros de su saco. Mi corazón se detuvo por un momento; no podía creer lo que veía. Derek, con el hombre que había tenido la mejor cita de mi vida hablado hace pocas horas, ahora estaba gravemente herido. —¡Derek! —exclamé, la voz entrecortada por el miedo— Esos hombres parecían que querían matarte ¿Qué esta pasado? ¿Por qué te agredieron? Él empezó a reír a pesar de la tristeza que me causaba verlo así, un tono alegre que nunca pensé que oiría en un momento así. —Oh, solo son mis competidores en el sector hotelero. No quieren que me meta en la competencia —dijo, con una sonrisa a medio camino entre el dolor y la diversión. —Vaya, se toman muy en serio eso de matar la competencia —respondí, incapaz de evitar que el sarcasmo fluyera de mis labios. Derek se río un poco, pero eso le hizo toser lo cual hizo que me preocupé aún más por él. Camina
La luz tenue de las luces la sala se filtraba contrarrestaban las largas sombra en la habitación. Mientras me agachaba para tomar una servilleta y limpiar la sangre de Derek, sentí que mi corazón latía con fuerza. Observar su figura lastimada, recostada en el sofá, generó en mí una combinación de temor y angustia indescriptibles.—Derek, deberías ir al hospital —hablaba con voz entrecortada, tratando de mantener la calma mientras mis manos temblorosas presionaban la servilleta contra su herida para llevar a cabo la limpieza.Me miró fijamente, con esos ojos profundos que parecían reflejar una chispa incluso en esos momentos tan oscuros. Derek era como aquella atocha de fuego en la oscuridad, te ofrecía calidez y luz al acercarse, pero la oscuridad a su alrededor era asfixiante. —No te preocupes. —contestó con su voz profunda pero tranquilizadora—Mañana acudiré a la consulta de mi médico de confianza.—Además, deberíamos acudir a la policía, esto es una locura —observé de reojo—es des
Derek MontenegroMe levantaba con lentitud pues no quería levantarla. La serenidad de Eloise al dormir era tan reconfortante que me tentaba a quedarme a su lado, sin embargo, no podía permitirme perder el tiempo. Después de ese beso la noche anterior, con las palabras que compartimos, tanto ella como yo nos abrimos por completo.Por primera vez, experimentaba una sensación de vulnerabilidad que no había sentido antes, anhelaba algo más profundo con ella, no solo su físico. Al mencionarme que no se había sentido querida, mi objetivo era llevarla a ese estado emocional, lograr que percibiera mi afecto hacia ella. Creí que la situación avanzaría, que llegaríamos a algo más íntimo en mi cama, pero su inquietud por mis heridas fue mayor que el deseo, así que luego de limpiarme la sangre, acabamos durmiendo juntos en mi cama.Sera mía.Pronto seria mía.Al enterarme de la boda de Trevon, planeaba vengarme de él de la misma forma en que lastimó a Sarah. Sin embargo, al verla luciendo ese pre
Me levantaba con pesades siendo invadida por el olor de Derek. Anoche compartí la cama con un hombre de verdad por primera vez, ya que comparado con él, Trevon parecía un pequeño niño. Aunque no realizamos ninguna actividad sexual, simplemente al estar junto a él, experimenté una sensación de sumisión. La sola presencia de él me imponía, me rendía, y por vez primera deseé entregarme a un hombre. Al sentarme en la cama, una sensación de melancolía me invadió al notar la ausencia de Derek, quien no se encontraba a la vista. Sin poder resistirlo, inhalaba el aroma de sus sábanas. Un aroma varonil tan intenso, cautivador y enloquecedor que, sin poder contenerme, solté un suave suspiro. Mis piernas temblaron como si pudieran visualizarse encima de él. Mientras mis labios eran ligeramente mordidos, percibí una suave humedad en ellos. El timbre de mi teléfono resonó en mis oídos, como si fuera una travesura infantil que me sorprendió. Al comprobar, encontré un mensaje de Derek indicando que
Cuando salí del hipódromo, Derek me esperaba tal como acordamos al finalizar nuestra llamada. Cuando me recogió, noté que, a pesar de intentar hacer sus habituales bromas, lo percibí algo estresado. Al llegar a su casa, lo que más llamó mi atención fue la gran cantidad de todoterrenos oscuros estacionados frente a su residencia. De reojo, observaba a Derek como si nos hubieran transportado a una escena de película de acción.—¿Vinieron todos los agentes del FBI por lo que pasó anoche? —preguntaba de forma un tanto sarcástica.Su mirada se tornó ligeramente traviesa— Dudo que el FBI esté dispuesto a brindarme apoyo; más bien, creo que estaría encantado de capturarme.—¿En serio? ¿Cuál es la razón? ¿Estás siendo perseguido por múltiples pagos de manutención? Porque según puedo asimilar tienes que haber tenido sexo con muchas mujeres.—Por sorprendente que parezca no tengo ningún hijo, de eso me aseguro pues mando a investigar a las mujeres con la que me acuesto solo para estar seguro por
Volvía a mirar a Derek el cual su rostro se relajó, por unos segundos sentia que estábamos en una burbuja de amor donde solo estábamos él y yo. Su sonrisa me cautivo, y por primera vez en tantos años sonreía de manera verdadera. Me sentia en mi hogar, segura, tranquila. La apacible escena de calma se vio ligeramente perturbada por los golpes en la puerta, lo que provocó que tanto Derek como yo nos volviéramos hacia ella. La intensa mirada azabache que combinaba con su melena me examinaba detenidamente. Su tez de tono oliva creaba un contraste armonioso, mientras que su mirada resultaba tan enigmática como llena de misterio. —Lamento interrumpir, pero Derek, me parece que hemos descubierto algo sobre tu ataque así que tendrás que moverte. —Bien, Eloise cuando no estes conmigo te dejare con Benjamín. —Con su cabeza señalaba—En este momento, él se encargará de ti y utiliza esto. —Sacaba de su bolsillo su cartera y me entregaba una tarjeta de color negro—Utiliza esta tarjeta para toda
Al despertar, me sentía un poco confundida, sobre todo debido a una molestia que percibía en mi espalda. Al abrir los ojos, me di cuenta de que Derek aun dormía plácidamente, su aroma varonil me embriagaba, pero algo más captó mi interés. Observaba fijamente en la dirección de donde sentía la presión, percibiendo que venía de su zona íntima, lo que me llevó a soltar un grito intenso y apartarme por completo de él con un chillido. Destapaba las sábanas para observar lo que ocultaba entre sus piernas, provocándome un grito de emoción, pasión y temor. Desde donde me encontraba, pude estimar que tenía casi la misma longitud que mi antebrazo, lo cual me sorprendió ligeramente, ya que el de Trevon ni siquiera alcanzaba la mitad... y solo con él podía hacer la comparación.—Pequeña gatita ¿Que pasa? —preguntaba ligeramente somnolienta. —¡Qué es eso! —señalaba hacia su zona íntima.—Es mi pene ¿Por qué?—¿Pene? Lo que tienes en tus manos se puede considerar como una espada, —mencionó con a
La atmósfera en la sala de subastas era densa, cargada de tensiones ocultas y miradas que se cruzaban como dagas. Mientras Derek avanzaba, los susurros se detenían y una calma solemne se apoderaba del ambiente, como si un rey estuviera llegando a la escena. Su presencia imponente, sus amplios hombros y su mandíbula firme causaban que ciertos presentes se sintieran algo intimidados al encontrarse con él, una combinación de reverencia y aprensión que siempre me resultaba fascinante. El traje a medida realzaba aún más su elegancia natural. —Derek, ¿puedes dejar de ser tan intimidante? —murmure mientras caminaba a su lado tomados de la mano nos abríamos paso entre el grupo. De reojo, sus ojos zafiros brillaban con una chispa de diversión cuando me observó.—Simplemente estoy siendo yo mismo. —murmuró con tono travieso—. Sin embargo, te aseguro que aquí no soy agresivo, al menos no en esta situación. Si prefieres, podríamos huir juntos por un callejón para enseñarte a quién sí puedo ata