CAPITULO 28Pudo reconocerla a pesar de lo mucho que había cambiado. Su cabello era ahora completamente gris, y su rostro tenía un rictus de tristeza que le añadía por lo menos veinte años, a pesar de que tenían casi la misma edad. Era Lisie - ¿Qué diablos es esto? -dijo Iliana cogiendo la del brazo inerte y obligándole a darse la vuelta. ¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo te atreves?-Lo siento señorita Iliana, -dijo Lisie presa de la ansiedad. -Se lo, ruego váyase, no debería estar aquí. Váyase por favor. - ¿Que me vaya dices?,- dijo está furiosa. -Tú eres la que se va.-Por favor, usted no lo entiende. Él va a regresar, si la encuentra aquí… No lo entiende. Es tal su odio. Es muy peligroso. Se lo ruego, por el bien de las dos.- ¿De que estas hablando? - interrogó Iliana. - ¿Quién va a venir?- Carrigan señorita Iliana. El me trajo aquí. Yo no sabía. Hasta que la vi en el jardín. Tiene algo en mente señorita. Se lo aseguro. La odia. A usted, a su esposo, incluso a mí. Ahora lo sé
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