La razón era que ni siquiera Tony había descubierto la solución contra ella, por lo que usarla contra Belén era exagerado. Sin embargo, dado que ya había iniciado la secuencia, era demasiado tarde para dar marcha atrás. Lo único que podía hacer era continuar con la maniobra Libernía de forma agónica. Al principio del juego, Belén no pareció sospechar nada. Sin embargo, al cabo de un minuto, un movimiento de Eva le resultó familiar. «No, no solo me resulta familiar. De hecho, ¡lo conozco muy bien!» Belén no pudo evitar detenerse a mirar el tablero con atención. Por fin, alzó la mirada y recortó dónde había visto esa apertura antes. «¿No es similar a la partida que jugué con Tony en Libernia?» En aquellas oportunidades, ella hizo la maniobra por casualidad y venció a Tony. En consecuencia, el hombre quedó tan asombrado que le pidió que fuera su mentora. «Entonces, ¿por qué Eva está pensando lo mismo que yo pensé en ese momento?». De repente, Belén recordó que la joven había dich
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