Capítulo 61. Un loco enamorado
Penélope se estiró entre las sábanas, era el mejor despertar en mucho tiempo, pero se negó a abrir los ojos. Buscó el calor del cuerpo de Theo muy dispuesta a volverse a enredar entre sus piernas; sin embargo, encontró su lugar frío y vacío.Ella gruñó, ¿a dónde podía ir luego de esa noche tan maravillosa que pasaron? Lo menos que esperaba, era no encontrarlo a su lado y volver a hacer el amor. A caso… ¿Se había enojado? Anoche no lo parecía, aunque se resistió un poco. Finalmente, le hizo el amor como si no hubiera un mañana, pero, entonces… ¿Qué sucedió?El gorgojeo que llenó la habitación le hizo abrir los ojos. Penélope se sentó casi de golpe, envolviendo su cuerpo con las sábanas, buscando al dueño de ese dulce y precioso sonido. Su mirada no paró hasta que lo encontró.—Buenos días —saludó Theo, que tenía a Antulio entre los brazos, sentado en la silla de la esquina—. Mira, quién vino a visitarnos porque se ha despertado muy hambriento —continuó Theo, poniéndose de pie, caminó h
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