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Todos los capítulos de TRATO CON EL GRIEGO: Capítulo 71 - Capítulo 74
74 chapters
Capítulo 70. Bienvenidos
«¡Están llegando!»Apolo se quedó quieto al escuchar las palabras de Callista. Penélope se acercó a su madre mientras Theo salía con prisa de la sala para buscar el auto.—¿Qué? —preguntó Apolo. Podía ver lo que sucedía delante de sus ojos. Callista sostenía su vientre, su rostro, de repente, se perló de sudor; sin embargo, seguía quieto como una estatua.—¡Tus hijos, Apolo! ¡Los bebés están de camino! —gritó Penélope, ayudando a su madre a ponerse de pie.Callista dejó escapar otro grito, había olvidado lo doloroso que era traer un hijo al mundo. Apretó los labios con fuerza cuando otra contracción le atravesó el cuerpo. Los bebés no podían nacer de manera natural. Tenía que llegar al hospital cuanto antes.—¡Muévete, cariño! —gritó Callista para hacerlo reaccionar.—Respira, mamá. Theo ha ido por el coche —habló Penélope—. Llama a la doctora, Apolo, y avísales a tus padres para que lleven las pañaleras —añadió.Apolo asintió, pero seguía casi sin reaccionar hasta que Callista se dob
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Capítulo 71. Una gran familia
Los deseos de Penélope se hicieron realidad, aunque no se confiaban. Durante la estadía de Callista y los niños en el hospital, estuvieron custodiados día y noche por los guardaespaldas de Elián. Dentro de la habitación, Apolo montó guardia y solo aceptó ir a casa a darse un baño cuando Theo y Penélope se quedaban para acompañar a Callista.—Por fin, en casa —musitó Callista, luego de su épica salida del hospital. Como si fuera una celebridad de Hollywood, salió bajo una fuerte custodia.—Sí, no hay lugar más seguro para ustedes y los niños que estar en casa, rodeados de personas de confianza y familia —respondió Fay. Ella cargaba a Andrew en brazos, el pequeño tomaba la mamila mientras Callista alimentaba a Diana. La pequeña cerraba y abría los ojos, como si quisiera y no dormirse.—Lo sé, Fay. Y te agradezco por todo lo que haces por nosotros. Por aceptarme como esposa de tu hijo.Fay dejó de mecer a Andrew y miró a Callista.—¿Por qué no iba a hacerlo? —le preguntó. Su mirada fija
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Capítulo 72. Confía en mí
—¡No voy a convertirme en tu ratón de laboratorio, Sokolov! Si lo quieres de vuelta, usa cualquier otro método. ¡Somételo de otra manera! —gritó Cole enfurecido.El ruso lo observó con fría y calculadora calma.—No voy a discutir mis métodos contigo, Diamantis. Ya has hecho demasiado atrayendo la atención de la policía sobre nosotros. ¡Hemos pasado los últimos años con un bajo perfil y de repente todo se va a la mierda gracias a ti!Cole apretó las manos en dos fuertes puños, deseaba ir más allá y tal vez, golpear al hombre; pero no era tonto. Garry Sokolov podía eliminarlo en cuestión de segundos, ni siquiera le daría tiempo de tener un último suspiro.—Reconozco que fue un acto impulsivo…—Fue una reverenda estupidez, Cole —le interrumpió Garry. Sus ojos azules como el ártico, su rostro frío y cincelado a la perfección hablaban del peligro que era llevarle la contraria. Era el menor de la dinastía y había estado oculto durante tanto tiempo, que era imposible no sentirse amenazado ju
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Capítulo 73. Siempre serás tú.
Penélope miró a Theo, luego la pequeña caja entre sus dedos y el brillante anillo dentro. Un nudo se le formó en la garganta. Una mezcla de emoción y sorpresa. Realmente, no lo esperaba.—Sé que es sorpresivo, pero no quería esperar más —musitó Theo, sin moverse—. Todos los días que he pasado a tu lado no son suficientes; sin embargo, he aprendido que la vida es más hermosa cuando la compartimos juntos. ¿Qué me respondes, Penélope Galanis?Los ojos se le llenaron de lágrimas, cerró los pocos centímetros que los separaban y tendió su mano izquierda frente a Theo.—Sí, acepto. Quiero compartir todos los días de mi vida a tu lado y formar una familia junto a Antulio y los hijos que aún faltan por llegar —respondió.Los aplausos se escucharon y el resto de las luces se encendieron, revelando la presencia de la familia—¡Dios! ¡Se han confabulado muy bien! —exclamó Penny al ver a su madre acercarse con un ramo de flores.—Felicidades, hija. Te deseo toda la felicidad del mundo —musitó junt
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