Capítulo 38 ¿Es tu amante?Eugenia permanecía inmóvil, con la mirada fija en Felipe. Sus ojos, normalmente fríos y calculadores, ahora reflejaban una mezcla de incredulidad, furia y algo más profundo… algo que parecía miedo.—Espero una explicación de tu parte, Felipe —dijo, su voz cortante como una hoja afilada, cargada de un desprecio que lo atravesaba como una daga—. ¿Te gusta esa mujer? ¿Quieres ser su próximo amante?Felipe, que hasta ahora había mantenido la calma, cerró los ojos un momento, respirando hondo. Al abrirlos, su mirada era dura, llena de exasperación.— ¿Qué dices, mamá? ¿Estás loca? —replicó, alzando la voz por primera vez. Su tono era más firme que nunca—. Ya te di una respuesta antes. Estaba allí porque Fabián está de cumpleaños.Eugenia soltó una risa amarga, incrédula.—¡Fabián! —exclamó, señalándolo con un gesto impaciente—. ¡Que te importa ese niño! No puedes aceptar a ese niño como tu hermano! ¡Ese niño es hijo de Federico, con esa mujer! Ella es otra de sus…
Leer más