Capítulo 15. Exigencias.
Samantha no supo qué responder. Los miedos que la abrumaban más la insistencia de Robert la volvían insegura.—Puedo controlar a los Harkes, me he enfrentado a tipos peores que ellos. —Ella lo miró de nuevo, asombrada por sus confesiones—. En el centro tengo un negocio que perteneció a mi madre, un bar que conservo más por motivos sentimentales que económicos. No suelo prestarle mucha atención porque mi empresa consume todo mi tiempo, si lo deseas, puedo entregártelo para que lo administres y así tengas una distracción. Eres administradora, ¿cierto?Ella asintió con la cabeza, impactada por su oferta y con la ansiedad corriendo por sus venas.—Te daré ese bar, adminístralo como lo consideres prudente, solo te pido que no lo lleves a la quiebra. Tiene más de cuarenta años funcionando, allí se conocieron mis padres e iniciaron su romance.La mujer arqueó las cejas, sintiendo una gran curiosidad por todo lo que él le contaba. Quería conocerlo a profundidad, su pasado y su presente, y tod
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