86. La invitación
86El comedor, que momentos antes había estado lleno de risas y conversaciones triviales, quedó en absoluto silencio cuando Julieta finalmente reunió el valor para soltar la noticia que llevaba guardando en su pecho durante semanas.—Estoy embarazada —repite de nuevo, su voz apenas más alta que un susurro, pero lo suficientemente clara para que todos la escucharan. Ya había perdido toda la valentía que había reunido.El choque fue instantáneo. La madre de Julieta, con los ojos abiertos de par en par, dejó caer su cuchillo al plato, el estruendo metálico resonando en la silenciosa mesa. Vic, el hermano del medio, frunció el ceño, incrédulo, mientras Stefan, el mayor, se enderezaba en su silla, claramente en estado de shock. Pero fue el conde Beaumont, su padre, quien se puso de pie bruscamente, derribando su silla al hacerlo.—¿Qué has dicho? —gruñó, con una furia contenida, sus ojos ardiendo de ira—. ¿De quién es ese hijo, Juliette? ¡Dime su nombre ahora mismo!Julieta, con el cor
Leer más