49. SOY LIBRE PARA SALIR CON QUIEN QUIERA
¡Por supuesto que estoy disfrutando cada instante! Si tan solo fuera una mujer más ingenua, unos años más joven, o mis vivencias no me estuvieran endureciendo de la manera en que lo están haciendo, seguramente ya habría sucumbido a los encantos de Richard.No le debo nada a Sebastián, y él tampoco a mí, pero a quien sí me debo es a mí misma. En cada relación que he tenido, siempre sentí un vínculo, una ilusión, la cual errada o no, me decía que estaba haciendo lo correcto, pues creía que les gustaba más allá de lo físico. Con Richard, en cambio, todo parece claro: será solo un buen momento, pero sus motivaciones me son un misterio. ¿Hay algo en mí que le atraiga más allá de lo superficial? ¿Quiere fastidiar a Sebastián? ¿O simplemente busca pasar un buen rato?Antes habría aceptado el juego sin cuestionarlo, y lo hice, con Dylan. Ese fue mi error, y aún estoy pagando las consecuencias. No quiero repetir esa historia. Con Richard, el riesgo parece mayor, y no me atrevo a imaginar las r
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