SOLEDAD:Sus palabras me dejan confundida y lo miro sin entender.—Alfa, no lo entiendo.Hablo y él solo sonríe de medio lado mientras me mira con sus ojos penetrantes.—¿Qué es lo que no entiende, Soledad?Mi nombre en sus labios se escucha de una manera sensual y mi loba ronronea.—¿Por qué me quiere a mi? Yo no valgo nada.—En eso se equivoca, usted vale mucho más de lo que cree Entonces ¿Qué dice? ¿Acepta el trato?Lo miro con desconfianza y suspiro.—No lo sé, tendría que pensarlo.—¿Cuántos minutos necesita para pensar? Es un trato justo, yo la ayudo con su venganza y usted se casa conmigo, no hay de perder, los dos salimos ganando.Arrugo el ceño y la verdad no tengo nada que perder así que…—Acepto, pero antes quiero saber… ¿Por qué se quiere casar conmigo? Si vamos a trabajar juntos no quiero que nada esté oculto entre nosotros.Una sonrisa se dibuja en sus labios y habla sin dejar de mirarme.—Bien, ya que lo pregunta… La razón es…TOC TOC TOC.La puerta es tocada interrumpi
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