Capitulo:04 La llave

SOLEDAD:

Lena sostiene mi mano con fuerzas mientras puedo ver el miedo reflejado en sus ojos.

De pronto un extraño sonido nos alerta a todos y por inercia ambas miramos hacia la derecha de donde proviene.

—¿Qué es eso? Qué sonido más extraño.

Dice uno de los cazadores y todos asienten de acuerdo.

—Vamos a ver qué es.

Menciona el que parece ser el jefe y todos se retiran de manera inmediata.

Cuándo ya no siento a nadie, ambas respiramos aliviadas y nos miramos.

—Eso estuvo cerca.

Murmuro colocando una de mis manos en mi pecho y trato de tomar aire varias veces.

—Si, muy cerca… Ahora vámonos de aquí antes de que vuelvan.

Dice y de un salto baja del árbol y yo hago lo mismo.

—Conoces el bosque… ¿Dónde es más seguro?

—Es mejor ir por el camino contrario, ellos fueron a la derecha… Vamos por la izquierda.

Menciona y asiento de acuerdo.

Las dos comenzamos a correr por el lado contrario para alejarnos de ese lugar, pero me detengo al ver que la hada corre más lento y su respiración es agitada.

—¿Enserio ya estás cansada?

Le pregunto y ella niega mientras trata de hablar con la respiración agitada.

—Estoy bien… Es solo que llevo mucho tiempo que no caliento.

Dice y niego para luego quitarme las pocas ropas rasgadas que llevo y me transforma en lobo.

Me recuesto para que ella suba a mi lomo, y la miro dudar, pero luego toma mis ropas entre sus manos y se sube a mi lomo.

—Debemos alejarnos lo más que podamos.

Le digo a mi loba y esta asiente.

—De acuerdo.

Dice esta y nos alejamos a toda velocidad.

Nos detenemos al pie de una hermosa montaña y observamos cómo comienza a rayar el alba trayendo consigo una hermosa mañana.

Vuelvo a transformarme en humana, me coloco los trapos viejos y con un suspiro me dedico a observar cómo sale el sol.

—Que hermosa mañana.

Susurra Lena y la miro asintiendo.

—Pero tengo hambre, debemos de cazar algo.

Al terminar esas palabras una ave de color negro se posa en una pequeña rama y ella me mira con ojos brillantes y yo niego.

—No creo que sea buena idea…

Pero no termino de hablar cuándo la loca va detrás de la ave, y esta al verla se espanta alzando el vuelo.

—Busca una piedra Soli, esta ave será nuestro desayuno.

Grita y la ave la mira con ojos rojos al escuchar lo que ella dice y de pronto se lanza a ella tirándole picotazos.

—¡Quítame está cosa! Rapidooo.

Grita como loca y yo solo me río al ver cómo la ave la picotea en todo el cuerpo.

Cuándo aquel pájaro termina de hacer su cometido se dirige a mí y yo saco mis colmillos para defenderme, pero este se detiene a unos metros de mí y observo sorprendida cómo se transforma en un humano con una capa negra.

Aquel ser me mira para luego sonreír mostrando sus dientes blancos.

—Por fin encontré la llave, mi amo estará muy feliz.

Menciona con voz ronca y yo lo miro sin entender.

—¿Qué eres? ¿Quién eres? ¿Qué llave? ¿Quién es tu amo?

Hago todas las preguntas y esa ave-humano me mira para luego volver a sonreír.

—Yo salvé a ambas de esos cazadores, al menos debo recibir un agradecimiento ¿No creen?

Iba a responder, pero un fuerte golpe por parte de Lena hace que aquel hombre caiga al suelo con los ojos cerrados.

—¿Será que lo maté?

Pregunta esta aún con el palo en la mano.

—Aún está respirando, hay que atarlo antes de que despierte.

Menciono y ambas nos ponemos manos a la obra.

OSSIAN VITALE:

Nos dirigimos a mi manada en los lujosos autos y miro el bosque concentrado en cada pequeña cosa que pasa.

—Alfa, los ancianos del consejo le han conseguido una prometida, ellos dicen que debe de casarse para que la manada crezca…

Un fuerte gruñido de mi parte hace que mi beta se detenga y lo miro con el ceño fruncido.

—¿Cuándo llega?

Le pregunto y este me mira con algo de nervios.

—Ya está en la manada alfa.

Otro fuerte gruñido hace que el auto resuene y trato de controlarme.

—Malditos ancianos, los voy a matar a todos.

Vuelvo a gruñir y escucho la voz de Williams en mi cabeza.

—Amo, encontré la llave.

Sonrío de medio lado.

—¿De verdad? ¿No me estás jugando una broma?

—Amo, sabe que jamás haría algo como eso.

—Tienes razón, protegerla hasta que llegue a tí ¿Entendido?

—Sí amo.

Dice y cierro el link mientras sonrío con arrogancia.

-Estoy un paso más adelante que ustedes malditos ancianos.

Pienso mientras observo a mi beta de reojo.

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