Cap:05 hombre-ave

OSSIAN VITALE:

Cuándo llego a mi manada aspiro el suave aroma de la naturaleza y me siento en casa.

Mi lujoso auto aparca frente a mí mansión y me bajo con elegancia  mientras soy recibido por mi madre.

—Mi bebé, mi niño, cuánto me alegra que hayas vuelto.

Dice con evidente emoción y yo la miro con una sonrisa.

—Ya no soy un niño ma.

—Para mi siempre lo serás.

Dice con ojos de amor y yo la envuelvo en mis cálidos brazos.

—¿Dónde está papá?

Le pregunto y ella rueda los ojos resoplando.

—Está con los ancianos decrépitos.

Dice con evidente molestia y yo sonrío besando su frente.

—Bien, entonces iré allá.

Me separo de mi madre y camino con dirección hacía mi padre.

Observo como mi beta permanece de pies mientras miro todo el intercambio de palabras sin decir media palabra.

—Puedes ir y descansar Diego.

Le digo y este hace una leve reverencia.

—Como ordene alfa.

Dice y observo cómo se marcha sin mirar atrás.

Continúo con mi camino por los pasillos de la mansión, pero un fuerte olor hace que mi nariz arda un poco y quiero estornudar.

—Hasta que por fin puedo verte guapo.

Escucho una melosa voz mientras siento cómo me toma del brazo y alzo las cejas al ver su osadía.

—¿Quién eres? ¿Y quién te dió el permiso de tocarme?

Hablo de una manera lenta, pero peligrosamente pausada, mientras me giro a mirarla.

—Oh, lamento no haberme presentado querido, soy Melanie Davies, tu prometida.

Ella habla con entusiasmo mientras yo la observo como una cucaracha que puedo pisar en cualquier momento.

—¿Prometida? ¿Desde cuándo he aceptado una? No recuerdo haberlo hecho.

Hablo sin moverme de mi puesto mientras la miro fríamente.

—Los ancianos del consejo me han elegido para que sea tu prometida, eso debes aceptarlo sí o sí.

Sus palabras me hacen fruncir el ceño y sonrío de medio lado.

—Acaso me estás ¿amenazando? ¿Escuché bien?

—Yo… Yo…

—¡OSSIAN!

Una chillona voz nos hace girar a ambos y la revoltosa se lanza a mis brazos emocionada.

—¿Por qué no me dijiste que vendrías? Habría preparado una enorme sorpresa para mí maravilloso hermano.

Habla con entusiasmo mientras ignora a propósito la mujer que solo nos mira con desdén.

—Por esa razón no te dije de mi llegada pequeña revoltosa, sabía que harías de las tuyas.

Menciono sacudiendo su cabello y ella vuelve a reír mirándome con ojos brillantes.

—Tengo que mostrarte algo, ven conmigo.

Me hala del brazo y me aleja de la mujer que nos mira con ojos asesinos.

Cuándo estamos lo suficientemente lejos ella se ríe a grandes carcajadas.

—Viste su cara, qué gracioso fue, jajaja.

—Ya veo que no te cae bien.

Afirmo arreglando mi traje y ella me mira a los ojos fijamente.

—¿Te piensas casar con ella?

Su pregunta me hace sonreír y me acerco a ella para sacudir su sedoso cabello.

—Sabes que con la única persona que voy a casarme será con mi luna, mi alma gemela y mi mate designada por la madre luna, que será solo para mí.

Menciono antes de darme la media vuelta y marcharme hacia donde está mi padre.

SOLEDAD:

—Nunca pensé que había hombre-ave… Esto es extraño.

—¿No sabías? ¿En qué mundo vivías?

Me pregunta Lena mientras toma asiento junto a mi para vigilar dicho ser.

—No lo sé… Supongo que soy ignorante en algunos temas.

—Al parecer así es… Estas criaturas son muy escasas… No viven en este plano por decisión propia.

Explica y yo me quedo atenta a sus palabras.

—¿Que quieres decir con desición propia?

Pregunto con curiosidad y ella me responde.

—Son criaturas muy poderosas, para obtener uno de ellos tienes que ser muy poderoso, especialmente un mago de alto nivel, al obtener uno de estos se convierten en tu sombra toda su vida y son únicamente leales a tí… A excepción de algunos, que al sentir una fuerte aura se unen a su dueño por desición propia.

—Vaya, no sabía de esto… ¿Entonces eso quiere decir que este ser tiene un dueño?

—Si… Y estoy segura que su dueño sabe de nuestra existencia… Pero saliendonos un poco del tema… ¿Verdad que es guapo? Mira que hermosa cara tiene.

Observo a Lena como si estuviera loca y miro hacia el cielo rogando paciencia.

—Lena ¿Te estás escuchando?

—perfectamente, hay que estar ciego para no ver semejante belleza.

Dice acercándose al chico para quitar el gorro de la capa que cubría su cara.

El chico es de piel morena, con la mandíbula cuadrada, y una espesa pestañas negras.

—Wao, pero mira su mano, dicen que del tamaño de la mano, así tiene su…

—Lena por favor, pareces una mujer desesperada.

Le reclamo y ella se encoge de hombros.

—¿Sabes que es lo bueno de estos hombres?

Pregunta mientras me mira con una sonrisa traviesa y niego no queriendo saber sus palabras.

—Mejor no quiero saber Lena.

—Es mejor que lo sepas… De todas maneras te lo voy a decir… Lo bueno es que tienen mucha resistencia, no se andan cansandose como algunos, ahí hay potencia y de a duro.

—¡Hay por favor! Creo que lo correcto sería dejarlo abandonado e irnos… No quiero que su señor nos encuentre y sabrá que cosas nos hará.

—Estoy, como no estoy de acuerdo, no podemos dejar a semejante belleza solo en el bosque.

—Lena, el puede cuidarse solo, es un poderoso hombre-ave.

—Lo sé… Pero me siento fuertemente atraída por él… ¿Y si lo llevamos con nosotros?

—No estoy de acuerdo, dejémoslo aquí y vámonos.

Le digo a la terca mujer y ella vuelve a negar haciendo que respire varias veces para obtener paciencia…

—Bien, entonces me iré yo, tu puedes quedarte.

Menciono, pero antes de decir algo más siento una imponente presencia detrás de mí… ¿Cómo no sentí su olor? ¿Acaso lo oculta?

—No irás a ningún lado preciosa.

Escucho una voz baja y ronca que hace que mi cuerpo tiembla de arriba abajo.

Me giro lentamente y lo primero que veo es una hermosa sonrisa mientras sus penetrantes ojos me miran haciendo que sienta muchos nervios.

—Ya puedes dejar de fingir Williams…

Dice y dirijo mi vista al ser.

—¡Hasta que por fin llegas! Ya me estaba quedando dormido.

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