Al día siguiente, en la mañana, Gabriel se despertó y de inmediato marchó a su habitación donde tomó un baño y se fue a la empresa. Sentía vergüenza con Laura, pues, por un impulso, fue maleducado.—¿Qué diablos hiciste, Gabriel? —se cuestionaba a sí mismo sin encontrar respuestas evidentes.—Mi amigo ahora habla solo, este es el siguiente paso a la locura definitiva.—Te iba a llamar en este momento, ven, acércate.—¿Sucede algo importante?—Necesito que investigues todo lo referente al accidente en el elevado del mes de mayo.—Recuerdo perfectamente este accidente, pues causó un gran revuelo en toda la ciudad, ya que no hubo sobrevivientes.—Investiga todos los pormenores, desde la ciudad de origen de los fallecidos. Hacia dónde se dirigía el auto y qué sucedió.—¿Qué traes, señor Wilson?Él llevó un bolígrafo hacia su boca, cosa que él mismo llamaba mala educación. —Solo curiosidad, Esteban, mucha curiosidad.Al final de todo, a Gabriel le hacía bien distraer su mente y pensar en o
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