Capítulo 28.
El sol comenzaba a asomarse tímidamente por el horizonte, iluminando con su luz dorada los restos de la fiesta de disfraces. El lugar designado para el retiro corporativo, que había sido el epicentro de risas y música la noche anterior, ahora parecía un campo de batalla de disfraces y cuerpos desparramados.Avery, con su disfraz de Cleopatra, despertó primero. Se encontraba en una cama, con una capa de purpurina cubriéndola como una manta. Se incorporó lentamente, sacudiéndose el polvo de estrellas y observando a su alrededor. A pocos metros, Eleazar, acomodado en uno de los muebles, dormía plácidamente, ajeno al mundo. Estaba agotado de luchar con un pulpo que apenas dos horas antes se había dormido. En una mesa afuera del salón de la fiesta, un pirata y una sirena estaban entrelazados, roncando suavemente. En el suelo, un superhéroe y un vampiro compartían una manta improvisada hecha de capas y disfraces. Más allá, un grupo de zombis y fantasmas comenzaba a moverse, estirándose y b
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