Capítulo 60— Lo sientoNarradorConteniendo un poco de aire, al colocarse de pie frente al edificio Duval, Alexandra supo que la peor parte estaba por venir. El solo hecho de volver a ver a Lucían la aterraba, la hacía revivir aquel terrorífico momento, en donde él la agredió.Desviando la vista a su espalda, notó a Damiano recargado sobre el capot de su auto, quien le sonrió un poco para hacerle saber que estaría allí para ella, y liberando el aire, regresó su mirada al frente para seguir.Con pasos cortos, pero apresurados, Alexandra recorrió el lobby del conglomerado Duval, hasta llegar al elevador, e ingresando en este, movió su pie impaciente mientras iba ascendiendo al piso superior del edificio.Viendo cómo las puertas metalizadas se abrían al llegar a su destino, apretó el papel en sus manos, sabiendo que no sería sencillo salir de ahí caminando hasta la oficina de recursos humanos, y llegando al fin, abrió la puerta despacio—Buen día, ¿En qué le podemos ayudar? Con una ampl
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