Todos los capítulos de Un matrimonio por venganza con la heredera engañada: Capítulo 41 - Capítulo 50
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41- Nos vamos
ValeriaSiento que no puedo respirar.Por un momento, en medio de toda la pesadilla que estoy viviendo llegué a pensar que lo único bueno en medio de todo era que me había alejado de las garras de mi tía y mi prima, pero ahora con Clara unida al primo de Alessandro, la pesadilla solamente empeora.Entro al baño más alejado de la sala y cierro la puerta detrás de mí mientras me obligo a respirar. No puedo derrumbarme ahora, me digo.Sin embargo, hay demasiadas cosas ocurriendo en muy poco tiempo.Mis ojos viajan por primera vez a mi mano y me permito apreciar el anillo que tengo ahí. Es simplemente hermoso. Matrimonio real o no, este anillo debió costarle una fortuna y estas son las cosas de Alessandro Rossi que no entiendo.No entiendo porque su tacto allá afuera me llena de tranquilidad. No entiendo por qué a veces me hace sentir segura finalmente y otras es tan cruel como la tía Emilia.—¿Quién eres realmente, Alessandro Rossi?—digo a mi reflejo, mientras siendo como un nudo se forma
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42. Conocer el Olimpo
AlessandroUna locura, eso es lo que estoy haciendo. Pero ver a la mocosa tan vulnerable y aterrada, saber que esa mujer volvió a lastimarla en mi propia casa me ha nublado la mente por completo.Ella es mía. Nadie toca lo que es mío. Y debido a ese impulso ahora estamos en el auto rumbo al aeropuerto, nos hemos escapado de nuestra boda y el viejo nos ha mandado todo lo referente al viaje que es a nada más y nada menos que a Grecia.A mi lado puedo ver la mezcla de emociones cruzando el rostro de la mocosa, está más que todo nerviosa, pero para mi sorpresa no se ve asustada.—¿Ya habías salido del país?—le pregunto y ella gira el rostro para verme con esos ojos verdes e inocentes.—Una vez—me dice en voz baja y veo como una sonrisa nostálgica se forma en su rostro—Papá me llevó a Disney por mi cumpleaños número 15, eso fue justo antes de… del accidente.Entonces lo recuerdo, Giorgo Fiore me invitó a que fuera con ellos, pero yo acababa de empezar a trabajar en la empresa y no quería
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43- Bienvenida al olimpo
ValeriaEl hecho de haber pasado una mala noche me pasa factura, porque cuándo algo me mueve el hombro y dice mi nombre, me doy cuenta que me he dormido durante las dos horas y media que dura el vuelo de Milán a Atenas. Lo cuál ha sido una bendición, porque no habría podido soportar que Alessandro me siguiera haciendo preguntas. Hoy ha sido el día más extraño de todos desde que me fui a vivir con él. Casi no parecía el empresario frío y cruel de siempre y no sé cómo sentirme al respecto.Sin embargo, hicimos una promesa y esa es otra de las cosas que me tienen nerviosa. Le prometí decirle la verdad, pero ¿Qué pasará cuándo sepa lo que he hecho?El simple pensamiento de un castigo por espiarlo hace que el cuerpo me tiemble, pero me obligo a no pensar en ello. Si quiero llegar a la verdad de todo tengo que empezar a ser valiente.—Bienvenida al mundo de los vivos, mocosa—me dice Alessandro y siento como las mejillas se me colorean.—Lo lamento, estaba cansada—le digo y luego recuerdo qu
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44- Un asesino
AlessandroDurante todo el vuelo en avión no pude hacer más que pensar en la conversación que estoy por tener con la mocosa.Llevo cinco años lleno de rencor, culpando a su familia por la tragedia en que se convirtió mi vida, pero desde que ella volvió a entrar en mi vida todo se ha puesto de cabeza.El investigador ha encontrado muchas ilegalidades en el manejo que Emilio Fiore ha hecho con la herencia y la empresa que por ley le pertenece a la mocosa, pero sobre el accidente las cosas siguen confusas.El investigador ha estado escarbando en la rutina de los Fiore antes de morir, en sus movimientos y mucha de la información que me llegó hace cinco años en dónde ellos figuraban como culpables, ahora no parece verídica.Y es justo por eso que necesito saber todo sobre Emilia y qué demonios es lo que está buscando de mi y la única persona que puede decirme lo que quiero, es la chica que está viéndome como si acabara de decirle que voy a asesinarla.—No tienes que mirarme así, simplement
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45- Puedo ayudarte
Valeria Soltar las palabras me ha costado menos de lo que creía, de hecho ha sido incluso liberador, como si me quitara una carga de encima. Sin embargo, puedo sentir como tengo todos los músculos tensionados mientras espero la reacción de Alessandro. Esa misma que aún no llega. Él simplemente me está viendo. Sus ojos grises oscurecidos es la única señal de que está molesto, pero por el contrario parece más que todo… Sorprendido. Entonces me sobresalto cuándo una carcajada áspera llena la habitación. Alessandro se está riendo como si acabara de contarle el mejor chiste de la historia y no tengo ni idea de cómo debo reaccionar ante esto. —Oh Dios, esto si que no me lo esperaba—dijo aún riendose, pero me doy cuenta que detrás de la risa hay mucha rabia. Lo que me pone alerta de inmediato. No me atrevo a abrir la boca, cualquier cosa que diga ahora mismo puede simplemente hacerlo enojar más. Él, por otro lado, no ha terminado. —Y entonces tu tía te dice que yo soy un asesino, esa m
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46- Nuestra venganza
AlessandroEsta conservación no ha resultado para nada cómo esperaba.Para empezar en ninguno de mis escenarios la mocosa estaba enterada de la razón de mi odio. Todavía no puedo asimilar que el abuelo se lo haya dicho. Tampoco me esperaba que parte del plan de Emilia fuera culparme a mí de la muerte de los Fiori para poner a la mocosa en mi contra.Lo cuál es muy interesante si lo pienso bien, porque si Emilia no quiere que la mocosa confíe en mí debe ser por algo y creo saber la razón. Pero, en definitiva, lo que me ha tomado por absoluta sorpresa son las palabras de Valeria sobre Emilia y mi tío Ramón.Siento como la adrenalina empieza a correr por mi cuerpo, porque si esto se trata de lo que estoy pensando, entonces puede que tenga al fín la información que tanto he deseado.—¿A qué te refieres con que se conocen de antes?—pregunto, y las palabras salen más agresivas de lo que esperaba.Veo como la pequeña dosis de seguridad que la mocosa había mostrado hace un momento empieza a
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47- Llevar a mi esposa
Valeria Una tregua. Las palabras de Alessandro se repiten en mi cabeza una y otra vez, pero todavía no puedo creer que haya pasado. Y mucho menos que justo ahora me encuentre poniéndome un hermoso vestido veraniego porque al parecer la tregua incluye el turismo en la luna de miel. Me doy una última mirada en el espejo y no puedo contener la sonrisa que se forma en mi rostro al ver mi reflejo. Por poco no me reconozco. Mi cuerpo ya no se ve tan insanamrnte delgado y mis mejillas sonrosadas resaltan mis pómulos. Luego miro el lindo vestido blanco y volado que estoy llevando y una risita escapa de mis labios. Si Clara me viera vistiendo algo tan lindo seguro haría que si madre me encerrara por días sin comer. El pensamiento consigue que una punzada de miedo me atraviese, pero me obligo a ignorarla. Clara no está aquí y mi tía no puede hacerme daño. Además, Alessandro me había dicho que cumpliría su palabra de protegerme. Debo averiguar si eso viene incluido en la tregua…
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48. Tu herencia
Alessandro Subir a la mocosa en mis piernas no es algo que haya tenido planeado, pero para ser honestos nada en este viaje ha salido como lo tenía previsto. Cuando partimos de la mansión lo hice con el pensamientos de que aprovecharía tenerla a solas y vulnerable para finalmente conseguir que confesara lo que ha hecho Emilia. Y aunque eso si pasó y mi odio por la mujer simplemente se multiplicó, de ahí para adelante todo ha sido una sorpresa. Pues si lo que la mocosa escuchó es verdad, entonces puede que sus padres en realidad no sean los asesinos que yo he pensado. Aunque eso aún no está comprobado. Lo que se traduce en que ahora tenemos una tregua ya que ambos buscamos lo mismo y el resultado puede ser mejor si actuamos juntos. Sin embargo, no estamos en Italia y regresarnos de inmediato iba a levantar sospechas, especialmente en el abuelo, así que decidí que podíamos disfrutar unos días de Grecia antes de volver y ponernos a investigar y por elección de la mocosa termina
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49-Abre la boca para mi
ValeriaHerencia, Alessandro dice que tengo una herencia.Luego de que dejara salir esa bomba decidimos regresarnos al hotel y pedir servicio a la habitación para la cena, sin embargo yo no he podido probar bocado, siento que tengo el estómago cerrado.—Mocosa, tengo que recordarte tu anemia o podrías por favor empezar a comer—El tono irritado en su voz hace que lleve mis ojos hacia él, solo para encontrar que me está mirando con fijeza.—Lo siento es que… tengo el estómago cerrado. Aún no entiendo cómo puedes estar seguro de que mis padres me dejaron una herencia, el abogado dijo que no.Alessandro deja salir un suspiro cansado, seguramente aburrido de que vuelva a preguntarle lo mismo, pero no puedo evitarlo.—El abogado puede decir hasta que el cielo es rosado después de que haya dinero de por medio, mocosa. Ya eso deberías saberlo. Cuándo volvamos a Italia te mostraré la información de la herencia, pero ahora come.Las preguntas se acumulan en mi lengua gritando por salir, pero sol
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50- Puedes hacer lo que quieras
AlessandroPodría culpar a la media botella de vino que me he tomado mientras cenamos, pero lo cierto es que las ganas de besarla la tengo desde mucho antes.Cómo por ejemplo el día de la boda en dónde se veía como una m4ldita princesa, o esta misma tarde con ese vestido volado que me tenía la mente hecha un lío. Probablemente el vino es el causante de que se lo haya dicho… Sea como sea lo único que importa ahora son esas dos palabras que salen de sus labios y que hacen que una media sonrisa se forme en mis labios.—Si quiero.Puedo notar lo acelerada que está su respiración y al mismo tiempo lo nerviosa que se ve. Lo que me hace recordar que ella no tiene experiencia con hombres y eso en lugar de molestarme simplemente hace que la desee más.Alejo la silla de ruedas de la mesa sin despegar mis ojos de los suyos y luego tiendo una mano en su dirección antes de decir:—Entonces ven aquí, mocosa.Veo como las manos de Valeria aprietan con fuerza el brazo de la silla en la que está, ante
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