Recuerdo que la única vez que Susana me celó con una mujer fue con la chica que yo nunca imaginé que llegaría a hacerlo. Porque, de hecho, Sarita, que es mi amiga más cercana, nunca le generó desconfianza.Aunque intenté explicarle que yo ni siquiera hablaba con ella, me prohibió hablarle y por veces, se paseaba por mi trabajo cuando descubrió que esa chica seguramente quedaría fija ya que se había vuelto la favorita de la directora.Sí… es quien imaginan: Lily Rousse.Pero ella tenía sus razones, la verdad, siempre he creído que la intuición de las mujeres nunca se equivoca. Porque para esos días, al ser Rousse la nueva del centro de desarrollo, todos los hombres le teníamos el ojo puesto, y claro, yo no era la excepción por más enamorado que estuviera de mi novia.El día del amor y la amistad, Rousse lleg&oac
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