Elizabeth Durán Segovia / España Mayo- Viernes 17:35 Mi respiración está agitada, tengo la adrenalina a mil por hora, siento como el sudor me recorre el cuerpo, estoy expectante ante cualquier movimiento, mis manos defendiendo mi guardia, hasta el momento voy invicta aunque Mariana ya tiene la ceja rota la sangre le está dificultando la visión. Ella se acerca a mi levantando su pierna derecha con intención de golpear mi costado, doy un salto hacia atrás y apenas rosa mi piel, se aleja de mi —¡Vamos mi amor, tu puedes!— grita Francisco y yo sonrió al escucharlo, siempre me demuestra su apoyo, es mi fan número uno Mariana se acerca y lanza su puño izquierdo contra mi pero el mi brazo derecho rápidamente me cubre el rostro, aprovecho la abertura en su guardia y estiró mi brazo derecho y siento como mi puño conecta con su mandíbula, si cabeza se ve hacia atrás y yo soy un paso alejándome de ella. No es una pelea a matarnos, nos hemos contenido en fuerza pero se que ese golpe le
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