EmirPase varios días en medio de un caos absoluto, atrapado en Suiza, Erín había cerrado nuestras cuentas en el banco, y no podía visitar un medico, ella le dijo a mi madre, que viéramos que hacer para continuar con nuestras vidas, ya que congelo mis cuentas bancarias, como lo hizo, aún no tengo idea, pensé lo peor, pero nuevamente la esperanza volvió. Mi madre, desesperada por ayudarme, contactó a Alexander. Ese hombre noble y leal no dudó en venir hasta aquí para rescatarme, llevando su jet privado. Me encontraba entre la confusión y el dolor, tantas cosas en poco tiempo, pero sabía que mi madre haría cualquier cosa por mí, incluso engañar a mi propia hermana para protegerme.Cuando Alexander llegó, fue mi madre quien primero le expresó su agradecimiento. Ese mismo día él decidí que teníamos que irnos, por lo que Pablo preparo mis maletas y todo lo que necesitaba.—Señor Alexander, le agradezco por todo. No imaginé que vendría hasta acá por mi hijo —dijo ella, con una mezcla de ali
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