—Osita, no llores, me haces sentir el peor mate que existe en este planeta.—Te extraño —murmuro, limpiando mis lágrimas.—Yo también, te extraño demasiado, pero te prometo que todo esto valdrá la pena. Ya estamos a mitad del camino, estos tres días que faltan pasarán rápido — tal vez para él estos días han pasado rápido. Ambos trabajan duro, pero yo estoy aquí y no hago nada aparte de estudiar y cuidar de mi caballo.Él mira detrás de él. Sé que está hablando a través de su enlace mental con alguien, tal vez uno de sus deltas. Ahora se encuentra en su manada y Arman está en el "paso", como ellos le llaman.—Osita, me necesitan, te llamo apenas termine. Te quiero y no me gusta que estés llorando, no estamos muertos, así que no botes tus lágrimas en vano. ¿Me prometes que harás eso por mí? —yo niego y él gruñe—. Eres una desobediente. Cuando nos encontremos te mostraré lo que se les hace a las cachorras caprichosas como tú. —Yo sonrío, pero él solo me mira serio. Está de más decir que o
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