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Todos los capítulos de Zinerva: Legado de Amor: Capítulo 11 - Capítulo 20
53 chapters
10.
| Arman |Miro de reojo cómo mi hermano queda inmóvil en la puerta; yo estoy en una esquina de la habitación, lejos de ella. Nuestra mate aún no ha notado nuestra presencia; yo estaba aquí antes de que ella despertara. Su pequeño cuerpo estaba cubierto por la manta, así que no me había percatado de que estaba en su forma humana. Seguramente está débil; cambiar de forma consume demasiada energía y ella solo ha comido una vez.Le hago una seña a Antosha para que cierre la puerta. No deseo que se vuelva a escapar por su culpa. El imbécil cierra la puerta muy rápido, haciendo ruido. Nuestra compañera de inmediato se encoge en su lugar. Ella todo este tiempo ha estado mirando hacia la pared, de espaldas a nosotros. Cuando despertó, solo empezó a oler las sábanas y a tocar sutilmente la pared. Después, simplemente se quedó mirando hacia la pared por un buen rato, hasta que el idiota que tengo por hermano delató nuestra presencia. Deseaba seguir apreciando más su comportamiento mientras ella
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11.
| Anakin |Entro en la casa de Arman notando que no hay nadie en la cocina ni en la sala, lo cual me parece raro. Me dejo llevar por mi olfato, quedando en frente de la puerta de la habitación de nuestra mate. Por desgracia, estuve ocupado arreglando un poco el desastre que hizo Anakin con la búsqueda de nuestra compañera, además de entrevistar a unos posibles candidatos para que sean los doctores de nuestra mate. Debemos elegirlos con cuidado. Es mejor tenerlos y no necesitarlos que necesitarlos y no tenerlos. Cuando se presente la ocasión en que necesitemos a un doctor especializado en una área, ya debemos haberlo elegido con anticipación. Así evitaremos posibles traiciones e incompetencias. Abro la puerta con cuidado, preparado por si ella intenta escapar, pero el que no estaba preparado era yo al encontrarme con tal escena.Ella está dormida en su forma humana, su larga melena cubre su rostro y cuello, su espalda está desnuda y descubierta. Por suerte, la manta cubre su cadera para
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12.
Estoy en medio de un bosque desconocido, no sé a dónde voy, pero sí sé que mi lobo es quien tiene el control. Después de un largo tiempo corriendo, los árboles desaparecen y entramos en el centro de una manada. El lugar me resulta conocido, pero no logro recordar. Mi lobo se adentra más, paseamos por medio de las cabañas y la gente nos mira; no huyen, al contrario, algunos hacen reverencias, muestran respeto y admiración, casi adoración. Mi lobo deja de caminar y quedamos frente de una pequeña loba. Su pelaje es esponjoso, rizado y marrón. Ahora es ella quien camina hacia nosotros y se empieza a frotar su pequeña cabeza contra nuestro pecho. De repente, ella se acuesta boca arriba y gracias a la posición logro notar su vientre abultado. Llevo mi hocico hasta su abdomen y logro escuchar el latido de más de un corazón, pero eso no es lo más importante; ella desprende un olor afrodisíaco. De repente, todo se vuelve negro. Mi lobo empieza a aullar de manera desgarradora, en forma de súplic
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13.
| Anakin |Salgo de la habitación de inmediato, no puedo creer que ya esté aquí, gruño cuando casi me estampa la puerta de la entrada principal de la casa en la cara. Mi madre pasa ignorando mi existencia. En otro momento tendría miedo, a pesar de ser una pequeña mujer delgada, sigue siendo una fiera que te engaña con su frágil apariencia. Toda esa fachada sería perfecta si no tuviera los tatuajes en sus brazos y piernas que te dan una pista de lo que en verdad es.— ¡Dónde está! — sus ojos están celestes.— Madre, por favor permíteme explicar la si... — obviamente soy interrumpido.— Tiene días aquí, tuvieron suficiente tiempo para explicar. No me voy a esperar por chismes de terceros para saber qué pasa con mi familia. Te preguntaré una sola vez más, ¿Dónde está?Tomo algo de valor y me paro frente a ella. No voy a dejar que nuestro trabajo se arruine por su paranoia.— Está aquí, eso es lo que importa. Y ahora no está en condiciones para recibir visitas. Te amo madre, pero te orden
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14.
Observo cómo las tres hembras me miran. Ahora tengo extrañas, pero suaves telas que utilizan los humanos cubriendo mi torso y parte de mis glúteos y piernas. La mamá de los tres machos también me ayudó a utilizar sus aparatos extraños para darme un baño.La única razón por la que acepté que me bañaran es porque me sentía extraña. Al parecer, todos aquí están siempre limpios. Simplemente me sentía rara. Mi loba quiere encajar, pero viendo a las mujeres frente a mí, me parece difícil. Son blancas. Las dos más viejas tienen el cabello castaño y la madre de ellos negro, una melena larga y lisa, muy hermosa.Toqué mi cabello y ni siquiera pude pasar mis dedos por medio de este. Mientras ella me bañaba, pude tocar las puntas de su cabello y era muy suave, tan diferente al mío.— No tiene remedio, sería una pérdida de tiempo. Además, dudo que quiera pasar las próximas dos horas soportando jalones de cabello inútiles —dice la hembra mayor.— No vamos a dejarla pelona —gruñe la madre de ellos.
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15.
| Anakin |Sin importar que siga en el suelo, sigo observando a la hermosa mujer en la cama. Hay un cambio abismal. En este exacto momento, quiero besar a mi madre por resaltar la belleza de nuestra mate. Toda esa espera valió la pena.Con cuidado, soy el primero en ponerme en pie. Ella deja de sonreír al ver que tengo intenciones de acercarme a ella.—Sé que mis hijos fueron unos brutos contigo, pero te prometo que no lo hicieron con intenciones de lastimarte o privarte de tu libertad. Tienen miedo de perderte, están aterrados. Te esperaron por mucho tiempo y no quieren que nada les arrebate a su mate —interviene mi madre y, para mi sorpresa, se sienta en su cama a centímetros de ella—. ¿Comprendes lo que digo?Ella mira a mi madre por varios segundos. Por un momento pienso que no va a contestar, pero lo hace. Murmura un pequeño "sí", para después volver a abrazar a nuestra madre. De inmediato, los brazos de ella rodean el pequeño y delgado cuerpo de nuestra mate. Mi madre no es una h
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16.
| Anakin |Aún no supero la forma en que reaccionó cuando se encendió la televisión; fue tierno ver lo asustada que estaba, pero eso ya no volverá a suceder. Antosha le explicó que solo es tecnología y ella rápidamente lo comprendió e incluso parece haber encontrado un nuevo pasatiempo. Sin embargo, hay que ponerle un límite.— Osita, ya debemos comer — le aviso.Me tenso cuando sus labios forman un puchero. Mira el televisor y después a mí. Por suerte, se levanta del mueble y Antosha aprovecha para apagarlo. Sé que es adictivo, pero no debemos dejar que se vuelva un vicio para ella. Es un alivio que no se opusiera. Sería difícil negarle algo.Con cuidado, tomo su mano poniendo atención en su reacción. Ella mira nuestras manos unidas. Es tan agradable la calma que siento al poder tocarla. Mi lobo se tranquiliza un poco. Ha estado muy inquieto pidiendo contacto físico. Por ahora, se conforma con un simple roce o esto.La guío hasta el comedor. Tengo que admitir que nuestra madre hizo ma
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17.
| Zinerva |Abro los ojos al sentir que en la superficie sobre la que estoy durmiendo se infla y se desinfla, además de que ahora escucho el pequeño silbido que emite alguien al respirar por la boca. Sin mover ni un músculo, miro hacia arriba y me doy cuenta de que todo este tiempo dormí encima del macho con ojos de diferente color. Debería estar entrando en pánico, pero lo único que siento en este momento es paz y algo de atracción hacia él. Detallo su cuello grueso y con la marcada bolita en su garganta. Sería tan fácil desgarrarla, pero hasta ahora ellos no me han lastimado ni intentado montarme. Además, él es al que menos mataría. Me prepara comida deliciosa y es el que menos me toca, además no habla tanto.— A mí me gusta que me hablen y me toquen — refunfuña Accalia, la ignoro. — ¡Sé que a ti también te gusta porque anoche, a pesar de que yo me recosté en su hombro, tú no pusiste mucha resistencia! — tengo que clavar mis garras en mi palma para evitar gruñir.— ¡Será porque ciert
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18.
| Zinerva |Me levanto de la plataforma suave, tengo mucha hambre, ya me estoy acostumbrando a comer varias veces al día y eso me aterra, cuando logre huir me costará volver a adaptar a mi cuerpo a una comida diaria con éxito y si no tres veces a la semana.—Por eso deberíamos quedarnos, comemos muy bien, no nos hacen daño, a veces nos tocan, pero no son bruscos— gruño al solo escucharla.—¿A qué costo? —ella guarda silencio, sabe perfectamente a lo que me refiero— Nos tocaron ayer incluso cuando lloraba, les suplicamos que pararan, nos drogaron, colocaron máquinas en nuestro estómago y lo único que dicen al final es un mísero lo siento —miro mi reflejo en el vidrio de uno de los pequeños espacios que ahora sé que se llama baño— hemos comido cosas peores.—¡Ellos son nuestros mates!—¡Ni siquiera sabemos lo que significa! —ella chilla y yo suspiro— no son tan malos como pensé, pero no quiero vender mi libertad a cambio de comida y refugio, hoy nos vamos quieras o no.Salgo del baño y
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19.
| Antosha |—Ya sabes lo que tienes que hacer— dice Faddi mientras me señala con un cucharón.Él acaba de preparar la cena, nunca lo admitiré para no inflar más su ego, pero es un magnífico chef, tomo varios cursos de cocina, sin embargo nunca ha ejercido, la razón obvia es porque prefiere ayudarnos estos primeros diez años que tendremos como Alfas, a pesar de que él no tiene un cargo importante nos ayuda con el papeleo y tareas que no podemos confiarle a cualquiera, sin embargo siempre bromeamos diciendo que es la secretaria de todos.—¿Creen que funcione?— Sí, una disculpa directa es mucho mejor que miles de regalos— dice Faddi emplatando nuestra comida.—Dijiste que es una roger...— Vladimir no sigue hablando porque lo interrumpo.—era una roger, ahora es tu Luna— aclaro mirándolo serio.—lo que tú digas, mientras no la presentes en frente de la manada nadie la tratara como tal, volviendo al tema tienen que ser directos con ella, no estoy insinuando que sea estúpida, simplemente su
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