Me mantuvieron en el hospital hasta que me dieron los analgésicos adecuados y me enyesaron el brazo correctamente. Luego me dirigí al centro, pero era muy tarde para volver al colegio, así que empecé a trabajar temprano en la cafetería. Intenté contactar a mi madre, pero no obtuve respuesta. Era la una de la tarde, lo que significaba que trabajaría tres horas extra y más propinas, ya que era la hora del almuerzo. A pesar de ello, no podía dejar de pensar en la posibilidad de volver a casa, pero decidí no comentarlo con nadie hasta estar segura. No había recibido información directa, solo sabía sobre una conversación entre mi madre y el Alfa, lo cual difícilmente era concluyente, así que decidí volver a llamar a mi madre esa noche, después del trabajo, estaba segura de que estaría despierta, solo tendría que saltarme el entrenamiento.Mi turno se hizo eterno esa noche, pero al llegar la hora de cierre, en lugar de entrar al gimnasio, me detuve afuera. Me senté en una silla, saqué un ci
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