Sabía que Jackson intentaba asustarme de alguna manera, nos estaba tomando una eternidad regresar a la Manada Luna Roja y a él no parecía importarle en absoluto. Parecía que realmente estaba disfrutando del lento y largo viaje de regreso, probablemente, porque sabía que me estaba poniendo incómoda.Finalmente, tuve suficiente y agarré mi bolso, saqué un cigarrillo, bajé la ventana y lo encendí.Él me miró fijamente mientras lo hacía, pero yo simplemente seguí fumando."Sé que podía aguantar tres horas sin uno, pero estás conduciendo tan jodidamente lento que me está volviendo loca." Dije."Apágalo." Exigió."No." Dije y cuando intentó arrebatármelo, aparté la mano para evitarlo.Lo miré de nuevo con una expresión muy decidida, dejándole claro que no iba a renunciar a mis cigarrillos sin pelear."¿Cuándo demonios empezaste a fumar? Nadie mencionó eso, ni siquiera cuando estaba haciendo un nuevo perfil sobre ti." Dijo con indiferencia."¿Por qué necesitabas hacer un nuevo perfil sobre mí

"Conozco tu reputación y nunca te has acercado a los humanos." Dije. Todos los lobos lo sabían, pero los humanos tendían a ser irracionales en esos temas, por eso la mayoría ni siquiera sabe que existimos."Y nunca lo haré, pero eso no les impide venir tras de mí." Escuchamos pasos acercándose, así que nos quedamos en completo silencio, intentando no hacer ruido alguno, contuve la respiración y bajé mi ritmo cardíaco, por si acaso. Jackson me observó hacerlo y supe que tenía preguntas al respecto, solo los guerreros sigilosos podían hacer eso.Escuchamos pasos en la entrada de la cueva y encenderse una luz en la punta de un arma, luego comenzaron a avanzar hacia nosotros. Por los pasos, se notaba que no venían solos, Jackson notó que mis garras empezaban a emerger de mis dedos, así que tomó mis manos y negó con la cabeza. Tuve que concentrarme para retraerlas, aunque todo mi entrenamiento me urgía a atacar en esa situación."Muy bien, ustedes dos. Salgan de la cueva." Ordenó uno de lo

"Tu equipaje está en la cama." Dijo mi madre mientras le levantaba de una silla.Subí las escaleras y recorrí por el pasillo hasta llegar mi antigua habitación, la cual es el doble de espaciosa que la que tenía en casa de mi padre y está igual que cuando me fui, hasta huele igual. Regresar es un verdadero placer.A continuación, abrí la maleta para buscar mis artículos de aseo personal y algo de ropa, luego me dirigí al baño al otro extremo del pasillo, me lavé el cabello, duché y vestí con una camiseta gris y shorts negros, antes de regresar a mi habitación.Empecé a revisar las maletas y miré hacia el enorme armario empotrado que extrañé mientras estaba fuera, analizando como organizar todo, luego comencé a desempacar la ropa al tiempo que cerraba la puerta e intentaba llamar a Ethan, quién no respondió, así que bajé donde mamá tenía listo el desayuno."¿Cómo te va allá arriba?" Preguntó mi madre."Bastante bien, aunque me tomará un poco de tiempo." Respondí."¿Vas a ver a tus amigos

Le envié un mensaje electrónico al Alpha Jackson solicitando su autorización para trabajar en un montón de lugares de la ciudad; entre restaurantes y bares. Trabajé como camarera en Richmond, por lo que tengo la certeza de que puedo hacerlo de manera adecuada, así que solo estaba a la espera de su respuesta.A las 5 de la mañana, me vestí con una camiseta blanca holgada, leggings negros, calcetines blancos y zapatos deportivos. Salí de casa y comencé a trotar por la calle.Llegué al límite del bosque y seguí mi carrera entre los árboles, manteniéndome cerca de la ciudad, hasta dar la vuelta entera. Al pasar frente a la casa del Alfa, vi que la puerta trasera estaba entreabierta y Jackson se encontraba allí.Se acercó a mí, indicando mi intención de conversar."¿Corres todas las mañanas?", inquirió."Lo intento, ¿por qué?", respondí."Tal vez tienes más disciplina de lo que creía"."Quizás", dije tratando de calmar mi respiración colocando las manos en las caderas."¿Cómo estuvo tu prim

"¿Estuviste cinco horas en el mismo carro que el Alfa?", Preguntó Parker, sorprendido."Sí", Afirmé, "debiste haber visto su cara cuando prendí un cigarro en su vehículo. Oh, Dios mío, parecía que iba a explotar", comenté riendo."Bueno, dile al Alfa que deseas volver donde estaba", Dictaminó la Princesa."Vate al diablo", respondí con entusiasmo."Ahora está es mi escuela y soy la que manda aquí, no tú", exclamó enfrentándose a mí, yo me acerqué aún más, acortando la distancia y aprovechando mi altura para observarla desde arriba."Si me vuelves a gritar te arrancaré la lengua para que no puedas hablar y, ¡mucho menos gritar! Tal vez has sido la reina de este colegio en mi ausencia, pero ahora que regresé, tu reinado de terror ha terminado y todo puede volver a la normalidad", le dije con una voz tranquila, pero cargada de amenazas.Dio un paso atrás y alguien la sostuvo para que no se cayera. "Ya veremos", dijo, huyendo con rapidez. "Oh, qué maravilloso es que hayas devuelto", dijo