Justo cuando íbamos a marcharnos y comenzamos a caminar nuevamente por el bosque, de pronto oímos un crujido entre las ramas de los árboles. Jackson instintivamente se puso delante de mí y gruñó hacia algo frente a nosotros.

"¿No son tus guerreros?" Pregunté confundida.

"No, los míos están en la manada y aún no estamos dentro de la frontera." Dijo mirando en todas direcciones.

"¿Forajidos?" Pregunté.

"Quizás." Respondió, mientras se agachaba un poco más, en una posición defensiva, solté un siseo al sentir un repentino dolor agudo en mi hombro.

Miré hacia el lugar y noté un dardo clavado en mi hombro, lo que me hizo soltar un gruñido de ira y lo arrancara de un solo movimiento. Jackson lo tomó de mi mano y lo olió.

"Acónito." Dijo mirándome.

"¡Ese bastardo! ¿Quién demonios es?" Pregunté, furiosa.

"Cazadores." Respondió.

Me quité el suéter y comencé a quitarme la camisa, pero el Alfa me detuvo.

"¿Qué demonios estás haciendo?" Preguntó.

"Voy a acabar con esos idiotas." Gruñí, mis ojos c