Simone.Es una bebé hermosa, perfecta, toda mía, un mundo nuevo se refleja en esos iris claros, aún no se definen, pero sé que los tendrá del mismo color de los de él; más no debe saberlo, nadie debe, fue un error, pero es sin duda lo mejor que me ha pasado. Mi bella, eres solo mía, eres el regalo a tanto sufrimiento, a tanto desamparo; te cuidaré y te amaré siempre; Flavia.Al despertar no hay sobresalto, no hay gritos, son lágrimas suaves surcando mis mejillas; tengo la mano en el vientre; siento un vacío tan ridículo, como esta situación. Hace días sueño lo mismo, tengo una bebé, tan hermosa como el nombre del perfume; me colma de tal felicidad, que al despertarme y notar que se ha esfumado, la tristeza; es como un pozo hambriento devorando lo que un simple sueño me hace sentir; también hay atisbos de un temor mudo, cuyas raíces se esparcen en mi pecho, es un instinto que me grita que no debo contarle a nadie. Estoy tan desorientada, tan cansada, que apenas puedo levantarme de la c
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