C71: No es amor, es pura obsesión y control.
Alister sintió cómo la ira se apoderaba de él al escuchar la burla en el tono de Norman cuando dijo que Samira se le había perdido. La sangre le hervía al pensar que ella, en su desesperación, había buscado ayuda precisamente a él. Pues claro, como eran amantes, no le sorprendió, pero sí lo enfadó. —Escucha, no me importa en lo más mínimo lo que tú y Samira tengan —refunfuñó Alister—, pero ella tiene un deber conmigo. Ustedes dos son las peores basuras con las que me he cruzado y, si es por mí, preferiría no tener que saber nada más de esa mujer. Sin embargo, no puedo dejarla ir hasta asegurarme de que el hijo que espera no es mío.Aunque dijo aquello, el Alfa en realidad estaba convencido de cumplir su amenaza pasada: si el hijo no era suyo, mataría al niño, al padre y a Samira. Norman, aunque al principio parecía confundido por las palabras de Alister, pronto recordó la historia que habían montado con Evangeline. Por un momento lo olvidó, pues como todo era mentira, le costaba tene
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