Al día siguiente la pareja amanece junta en la habitación de Alba, Leandro se encuentra abrazándola por detrás anhelando que ese momento no se acabase. Este le hacía mimos a ella con su boca cobre su piel mientras la acaricia su pierna con su mano.Alba está consciente de la noche que tuvo, pues no estaba ebria del todo, y aunque sabe que el hombre se casa en pocas semanas, al menos quería vivir la experiencia, a ver si con eso su cuerpo dejará de insistir en estar con él, pensó que podría ser un simple capricho por lo atractivo y prohibido que es, pero con lo que tuvo ano he, ahora solo desea más de él.—Pediré servicio a la habitación, ¿Qué deseas comer? —pregunta en su oído y deposita un beso en su mejilla.—¿Estas en el menú? —se gira quedando cara a cara y muestra una sonrisa traviesa.—No, pero si lo gustas puedo ser parte de él y sería algo muy exclusivo, solo para usted señorita Bermúdez. —Le guiña el ojo.Ella se remoja los labios, puesto que se le ha hecho agua la boca
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