Me quité el tacón y se lo lancé a Mikhail. Él me fulminó con la mirada, y el tipo a mi lado me miró mal.—¿Estás loca? ¿Ni en un momento como este puedes portarte bien? Nos van a matar, te recuerdo —me dijo. Cerré los ojos por un momento, tratando de controlarme. No quería lanzarme a él y matarlo yo, aunque no era mala idea.Llevábamos como una hora metidos aquí, y él no hacía nada, solo estaba tranquilo, esperando la muerte.—De todos los hombres con los que he follado, tú eres el más desastroso. Si tan solo hubiera seguido el consejo de Fabien, de alejarme de un tipo como tú... pero no, preferí ir tras tu polla.Él solo me miró. Yo me saqué el otro tacón y también se lo lancé.—¿Pero qué carajo le pasa a Salvatore? Ese hijo de puta —se quejó furioso.Yo miré al piloto. Estábamos quién sabe dónde, y todo por culpa de Mikhail. Todos mis problemas actuales eran gracias a ese estúpido ruso. Desde que lo conocí, todo ha ido mal.—Mueve el culo, Mikhail, que si no haces nada tú, lo haré y
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