El martes en la mañana, todas las actividades de Santa Marta debían reanudarse con normalidad, claro que, el chisme era lo más importante y la mayoría de los empleados ya estaba al corriente de lo que había ocurrido en la famosa boda entre Valdivieso y Valentini.De forma histórica, todos los chilenos metiches querían llegar a trabajar a primera hora, pues el chisme le daba vida y ardor a la labor.Margarita estaba en boca de todos y en las manos también pues, los jovencitos que la conocían no habían dudado en correrse una paja al verla tan emocionada entre las tinas de vino y la oscuridad, la perfección para los campesinos, pues nada les parecía más excitante que ver a una pueblerina disfrutar de forma osada aquello que tanto les representaba.La pobre muchacha se había convertido en un símbolo sexual para los estudiantes de secundaria y un escándalo para las ancianas del pueblo, aunque, como decía la misma mamá de Margarita, ellas habían hecho cosas peores en el pasado y no tenían d
Leer más