23. ¡Malditas hormonas!
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Norwich, N.Y, Estados Unidos.Me incorporo lentamente, sosteniéndome en el lavabo, tras vaciar mi estómago como cada mañana. Al mirarme en el espejo, veo cómo mi cara refleja perfectamente lo agotada y abrumada que me siento; mi rostro pálido y unas oscuras ojeras delatándome.La noche anterior fue un torbellino de emociones y recuerdos. La boda, Owen, Cory, el hospital... Todo volvió a mí en un torrente incesante de pensamientos, que sólo abrazando la chaqueta de Owen y aspirando su aroma, lograron apaciguar mi cabeza y que, para mi mayor sorpresa, me ayudó a conciliar el sueño rápidamente. Sí, puede que sea una sentimental por sentirme de esta manera, especialmente después de cómo me humilló ayer por la tarde, exigiéndome respuestas. Sin embargo, siento alivio al saber que ya conoce la verdad sobre nuestros hijos. Ya no tengo que esconderme ni sentirme asustada todo el tiempo. Además, pronto volveré a Italia con mi abuela; solo debo soportar su presencia unas horas más
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