Gaby y Ryan se encontraban sentados aún en sus respectivos sitios, impacientes por la espera y, a la vez, incómodos por las cosas que oían. La choza era pequeña y cada palabra dicha desde dentro de la habitación de Kayla era percibida por fuera, aunque no con tanta claridad. Pero, eso sí, las veces que Kayla levantó la voz, como cuando le dijo a Tarek: —¡Ya deja de verme así!—, llevó a Ryan, interpretando erróneamente, a la decepción y unas ganas de corregir a su atrevido amigo.Por su parte, Gaby también malinterpretó las palabras de Kayla. No creía que su "chico ideal" fuera tan osado y a la vez "ardiente". Una pizca de perversión entre tanta dulzura y caballerosidad no le parecía mala idea, así que Gaby le dio el visto bueno a las intenciones de Tarek, aunque le hubiera gustado que la situación fuera con ella.Luego de unos minutos, la puerta de la habitación se abrió completamente, dejando a los espectadores asombrados. Entre los 3 marcos, se pudo apreciar con más detalle a Kayla,
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