Pasaron ese día juntos, relajados y tranquilos. Escucharon jazz, leyeron, durmieron, no salieron para nada. Durante la tarde, mientras ella dormía, William bajó al sótano a buscar al encargado y lo convenció de que le dejara ver las filmaciones de seguridad del día anterior, se las copió a un pendrive y subió nuevamente para poder analizarlas en la computadora de Kathryn. Peter había entrado al piso con el código de seguridad de la puerta, no tuvo que forzar nada, lo que demostraba que tenía acceso a más información sobre Kath de lo que debía. Cómo la había obtenido era otra historia. También vio como lo sacaron arrastrando por la puerta de emergencias, sin casi poder mantenerse en pie, pero pronto se recuperaría, quizá tuviese un par de huesos rotos, pero nada serio. Estaba seguro de que con la golpiza que había recibido no se atrevería a volver y si lo hacía esta vez no saldría solo lastimado. De todas maneras, él tenía que hacer algo para reforzar la seguridad de Kath. Ella se le
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