— ¿Entonces estos niños tan lindos son mis nietos? — la mujer miró a los niños sentados en la mesa del comedor la mañana siguiente — ¿Cuántos años tienen cariñitos?— No les hables a los chicos — dijo Hanna, respirando con calma, cortó un poco de su huevo cocido antes de sonreírle a los niños —. Liam, lleva a tu hermana al auto, ya es hora de ir al colegio.— Mamá, pero esta mujer, ¿quién es? — Liam miró a la madre de Hanna —. ¿Nuestra abuela no es la esposa del abuelo?— Claro que es así cariño — respondió Hanna mordiendo las palabras mientras miraba a su madre — solo se confundió, ella es… una amiga de tu otra abuela.— Oh, comprendo — Hanna alzó un dedo cuando Liam se puso en pie recordando algo.— Liam, el documento de permiso que pediste está en la mesa de su padre, ve por él antes de irte al trabajo.Hanna respiró cuando al fin se quedó sola con aquella bendita mujer que no le agradaba absolutamente nada. Miró la hora en el reloj del comedor y deseo que Max no se hubiese ido un
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